Este texto constituye un punto de llegada y no de partida, ya que surge de la práctica cotidiana de los autores en relación a proyectos llevados a cabo en América Latina. El mismo se fundamenta en la necesidad de contar siempre con un modelo pedagógico para orientar la propuesta curricular.
El libro revisa las concepciones y prácticas de la educación a distancia y presencial y las estrategias de la mediación pedagógica, poniendo el énfasis en cómo los estudiantes aprenden.
El autoaprendizaje, los materiales utilizados, las prácticas sugeridas y los recursos de evaluación son abordados desde un enfoque que se propone educar para la vida, la expresión. la convivencia y la apropiación de la cultura. El tendido de puentes entre lo que el estudiante sabe y lo que no sabe; entre sus experiencias y los conceptos; entre su presente y su porvenir, constituyen los puntos fundamentales de una mediación para la cual la construcción de conocimientos, la actitud investigativa y la participación. han de hacer de la educación una actividad lúdica, creativa y placentera.
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