Ámbitos 2 – Enero –
junio 1999 (pp. 109 – 125)
Dr. Antonio Checa Godoy ©
Los 25 años transcurridos desde el inicio de la
revolución portuguesa el 25 de abril de 1974 han estado llenos de avatares,
bien diferentes, que han ido modificando continuamente el panorama de la
prensa, grande y pequeña, del país. Hoy esa prensa recuerda poco a la existente
antes de la revolución, sobre todo en sus principales títulos, pero también
muestra profundas diferencias con la dominante en el periodo crucial de la
misma, 1974-1976. Algunos datos elocuentes: en Lisboa sólo se editan en 1999
dos de los diez diarios que se publicaban en la víspera del estallido revolucionario
y han desaparecido todos los creados en el activo lustro 1974‑1978; más
llamativo es incluso el caso de los semanarios de información general y ámbito
estatal, pues únicamente se mantiene uno de los existentes el 25 de abril,
Expresso, y sólo uno de los creados ‑una veintena larga‑ antes de
1980. Ese intenso avatar dista de ser uniforme y permite distribuir el cuarto
de siglo último del periodismo portugués en cuatro etapas bien diferenciadas.
1974‑1977‑
La revolución
El triunfo de la
revolución conlleva, junto a la supresión de la censura y la consolidación de
la libertad de expresión, la desaparición de títulos muy significativos del
régimen depuesto ‑como los diarios lisboetas Epoca y Novidades‑, no
muchos, sin embargo (1), pero sobre todo abre un periodo convulso, que pronto,
con la nacionalización de la banca, va a llevar a la casi totalidad de los
principales títulos de Lisboa y Oporto a manos del estado (2). Con la gran
prensa estatalizada, y además claramente escorada hacia el ala izquierda de la
revolución, la coyuntura propicia al brote de una multitud de títulos menores,
pertenecientes a pequeños grupos políticos de izquierda y, en menor número, de
derecha, en tanto ese posicionamiento sectario de la prensa estatalizada, que
culmina en la primavera y verano de 1975, obliga a las demás fuerzas políticas
e incluso sociales más relevantes –caso del socialismo o núcleo empresariales-
a dotarse de medios propios diarios.
La prensa estatalizada
como consecuencia de la nacionalización de la banca tras el 1-1III‑75,
incluirá dos de los tres diarios de Oporto, Jornal Noticias y 0 Comercio do
Porto, los de mayor audiencia, y seis, es decir todos, menos República ‑que
es el de tirada más modesta‑, en Lisboa: Dia de Noticias ‑cuya
empresa incluye varios títulos más, entre ellos el quincenal Vida Rural y el
trisemanario 0 Mundo Desportivo‑, 0 Século ‑empresa con numerosas
publicaciones, entre ellas los semanarios 0 Século Ilustrado y Vida Mundial‑,
el único periódico económico, Jornal do Comercio, y tres vespertinos, Diario
Popular, Diario de Lisboa y A Capital. El número de trabajadores se acerca a
los 6.000. Diario de Noticias y A Cap formarán en una misma empresa pública, al
igual que 0 Seculo y Dia Popular. Situación peculiar es la del diario de Braga
Correio do Minho, órgano del régimen depuesto el 25 de abril, cerrado
inicialmente y reabierto al poco al servicio del Movimiento Democrático
Portugués, hasta que éste se convierte a finales de 1974 en partido político.
La urgencia
revolucionaria lleva a la aparición de múltiples títulos sin sostén financiero
ni planteamiento empresarial alguno y las dificultades financieras del momento
no favorecen su estabilidad. De ahí que en todo agitado periodo, principalmente
el trienio 1974‑1976, se asista a un continuo brotar y languidecer de
todo tipo de publicaciones. La desaparición en febrero de 1977 del veterano
diario 0 Século ‑controlado por el PCP‑ y revistas semanales
publicadas por su editora, que pone de relieve las profundas dificultades que
atraviesa la prensa estatalizada, el mismo mes en que cesa como diario de la
extrema izquierda Pagina um, marca en lo periodístico el final de este periodo
(3).
El periodo
revolucionario añade a la inestabilidad política las dificultades de
financiación por las vías usuales, publicidad y ventas, y el aumento
generalizado de los costes. Es visible el impacto de la revolución en el gasto
publicitario en prensa. La inversión en el conjunto de los diarios portugueses
había ascendido en 1973 a 492 millones de escudos. El nivel se mantiene con
ligero incremento incluso en los cinco primeros meses de 1974, pero comienza a
ser inferior al del periodo prerrevolucionario desde junio. El balance del año
es negativo, pero el descenso de la inversión se acentúa sobre todo en 1975 y
en 1976, año en el que incluso quiebran algunas agencias de publicidad. En las
navidades de 1975, la inversión ‑16 millones en el mes de diciembre‑
es un tercio de la de sólo dos años antes (4). A final de la década comenzará
la recuperación, que únicamente llegará con fuerza en el segundo lustro de los
ochenta.
A esa fuerte caída de la
publicidad se une el aumento del coste del papel, en su gran mayoría importado,
precio que, ayudado por la depreciación del escudo, se dobla en los dos
primeros años pos 25 de abril. La inestabilidad misma de la propia prensa
fuerza a las empresas papeleras a exigir pago adelantado o imponer condiciones
onerosas para los diarios. Especiales dificultades sufren los periódicos
regionales que no se imprimen en rotativa ‑y que todavía son numerosos en
esos años en el país‑ y utilizan papel en resmas. También los costes de
correos crecen desmesuradamente, muy por encima de la inflación. A descenso de
la publicidad y aumento del coste del papel se unirá el notable incremento de
los salarios, aunque con fuertes disparidades. Se establece la semana laboral
de 36 horas.
Pero las ventas, pasada
la euforia inicial y salvo días puntuales, tienden a descender por la crisis
económica misma y el rápido aumento del precio de los periódicos, además de la
mayor dispersión por el aumento del número de títulos. El resultado de todo el
proceso es un galopante aumento del déficit de la gran prensa, sobre todo la
lisboeta. Sólo entre enero y julio de 1976, las siete empresas públicas de
prensa recibirán 85 millones de escudos de
Subvenciones, cifra que
prácticamente equivale a la de sus ingresos publicitarios en el mismo periodo,
que son de 133 millones en esos meses para el conjunto de la prensa diaria (5).
Casi todos los diarios presentan un claro exceso de personal, pero ajustar
plantillas va a ser tarea muy difícil para los gestores de esa prensa
estatalizada, que en algunos casos optarán por enajenar edificios y otros
bienes de los diarios en crisis.
Es un periodo muy
agitado. En febrero de 1975 Portugal se dota de una nueva Ley de Prensa y fruto
de ella es la creación del Conselho d Imprensa, que comienza sus actividades en
mayo del mismo año, institución independiente en la que está representado todo
el sector, trabajadores, empresarios y administración, incluso lectores, como
órgano arbitral que va desarrollar una intensa labor en estos años de
permanente tensión política Al Conselho se le encomienda el control de las
tiradas de todas las publicaciones, pero, dada la precariedad de sus medios, no
conseguirá un control efectivo (7).
La etapa registra en
principio un claro asalto a los medios por parte de la extrema izquierda, cuyo
ejemplo más acabado es el “caso República”, intento de control del vespertino
socialista por parte del personal de talleres contra una mayoría de la
redacción y su director, Raúl Rego, que concluye con la salida de los
periodistas, que fundarán meses después otro diario, Luta, pero que llevará
también a la extinción del propio República, y el 1 menos significativo caso de
Diario de Noticias, donde 24 redactores contrarios al control del periódico por
el PCP acaban saliendo del mismo.
Característica del
periodo es la proliferación de la prensa de partido. A mediados de 1975, el
número de estos órganos partidarios, en su mayoiía semanarios, superaba los
treinta, casi todos con edición en Lisboa. Desde Portugal Socialista (PSP) o
Avante (PCP), con raíces en la clandestinidad a los nuevos Povo Livre (PPD),
Esquerda Socialista, (MES), Monarql, Popular (PPM), Voz do Povo (UDP), Luta Proletaria
(LCI), Unidade (MDP), la libertaria A Batalha, Presença Democrática, Unidade
Popular (PCP ml), Democracia 74, Poder Popular, Revoluçao (PRP), A verdade,
Proletario vermelho, Combate... En 1974 habían aparecido también algunos
tempranos títulos vinculados a nuevas formaciones políticas de derecha, que
caen en los meses de apogeo revolucionario tras el fracaso de la intentona
contrarrevolucionaria del 11 de marzo de 1975, como Tempo Novo (Partido
Liberal), o Tribuna Popular (Partido do Progresso). El propio Movimiento de las
Fuerzas Armadas se dotará de un quincenal, Movimento 25 de abril, que se
editará de septiembre de 1974 a agosto de 1975. La prensa sindical conoce
asimismo una notable expansión: Alavanqa, Uniluta, y no faltan las revistas
políticas de análisis, desde Manifesto a Spartacus. Son también buenos momentos
para una prensa político‑satírica sin espacio en el antiguo régimen, de
la que Gaiola Aberta, quincenal, será el ejemplo más estable.
El control por el PCP y
la extrema izquierda de los grandes medios impresos, lleva a la aparición en
1975 de dos nuevos diarios, de orientación progresista pero no enfeudada al
“gongalvismo”, serán Jornal Novo (17 de abril), cercano al empresariado, y A
Luta (25 de agosto), socialista. Y en los semanarios, a Expreso, auténtico
germen del Partido Popular Democrático ‑PPD/PSD‑, se unirán 0
Jornal (2 de mayo), de izquierda independiente, y Tempo (29 de mayo), cercano
también al PPD. Los nuevos medios tienen una economía más desahogada que los
estatalizados. Pero la prensa dista de ser negocio en Portugal.
Tras el 25 de noviembre
de 1975, que marca un primer reflujo revolucionario en el país, se irá
rompiendo el casi monolitismo de sectores pro PCP en la gran prensa y con una
mayor tolerancia se ensancha de inmediato el abanico de la prensa lusa. Veremos
surgir diarios opuestos al proceso revolucionario, como 0 Dial (17 de
diciembre), órganos oficiales del PCP como 0 Diario (10 de enero, ya en 1976),
cuya redacción se forma fundamentalmente con redactores salidos de Diario de
Noticias y 0 Século y de la radio y la televisión estatales, prensa más
independiente, como 0 Pais, de derecha moderada. La extrema izquierda hará un
esfuerzo para dotarse de un diario afín, Página Um, que aparece el 5 de junio y
no llega al año, y no faltan semanarios menores de derecha e izquierda: A Rua,
Patria o Rossio, en el primer caso, y Opçao, Gazeta da Semana o ‘25 de abril do
Povo’ en la izquierda.
La constitución de 1976
y la paulatina entrada de Portugal en una etapa de normalidad democrática
favorece los primeros replanteamientos de prensa estatal ‑proyectos
Almeida Santos‑, con fusiones empresariales en busca de una difícil
racionalización. Pero aunque se acuerda la extinción de Jornal do Comercio ‑que
prácticamente se había quedado sin lectores, pe romantenía 119 trabajadores‑,
el 3 de agosto de 1976, con el número 37.465 y la del grupo 0 Século en las
primeras semanas de 1997, no se adoptan decisiones globales.
El decidido control por
sectores revolucionarios de la mayoría de la gran prensa, explica la pronta
aparición de numerosas pequeñas publicaciones críticas con el nuevo régimen y
sus actuaciones o sencillamente añorantes del régimen depuesto pacíficamente,
de 0 Retornado, que fustiga la política descolonizadora, o Bandarra y su
sucesor Barricada, nostálgicos furiosamente contrarrevolucionarios, al tándem 0
Sol y su continuador Diabo, satíricos. Son muchos los títulos de extrema
derecha pero de muy precaria existencia en el bienio 1974‑1975, sólo a
partir del año siguiente con títulos como A Rúa, logra estabilizarse una prensa
de ámbito estatal netamente antirrevolucionaria, pero muy periférica y sin
verdadero impacto.
No obstante, la nutrida
prensa regional portuguesa ‑más de 300 títulos de información general no
diarios, con unos 575.000 ejemplares difundidos cada semana‑ presenta
muchos casos de títulos abiertamente opuestos al nuevo régimen, como 0
Templario, de Tomar, Joáo Semana, de Ovar, o el Jorn de Famaliçao. En otros no
faltan tensiones entre propiedad y trabajador con ocupaciones como la que se
produce en 0 Setubalense o el Diario Sul, de Evora. Con unos problemas muy
específicos, los pequeños periódicos portugueses se agrupan en noviembre de
1974 en la Associaçao Imprensa Nao‑Diaria, AIND, que desarrolla en los
años siguientes importa te actividad (9).
1977‑1986‑
Post revolución
A partir de 1977, la
prensa portuguesa entra en una nueva fase. Se mantiene un alto ritmo en la
creación de publicaciones, pero la intemperacia política va siendo sustituida
por la aceptación del libre juego democático y el abanico ideológico. Cesa la
ocupación de medios, aunque no tensiones ni los conflictos en torno a la
prensa, muy especialmente la estatalizada. En 1979 se aprueba el Estatuto do
Jornalista y se crea en Lisboa, en el seno de la Facultade de Ciencias Sociais
e Humanas, la licenciatura en Comunicaçao Social, además de introducirse la
Comunicación Social como asignatura en la enseñanza secundaria.
En el mismo año el
Estado busca liquidar su presencia mayoritaria en dos diarios de Oporto, Jornal
de Noticias y 0 Comercio do Porto (10), pero sin éxito. Las dificultades
económicas de la prensa estatal, sobre todo en el periodo 1977‑1982, y
también de la Agencia Noticiosa Portuguesa, ANOP ‑sucesora de la ANI del
salazarismo‑ marcan el periodo, pero los problemas sacuden también a la
prensa privada y son frecuentes los problemas laborales por impago de salarios
y en algunos casos el gobierno ha de acudir en ayuda de los trabajadores de
medios en dificultades.
En 1980, los 27 diarios
portugueses ‑todos, en esos días, de información general‑, no
alcanzan los 500.000 ejemplares de tirada conjunta, el índice de lectura más
bajo de Europa, pero Lisboa es, paradójicamente, la ciudad de la Europa
Occidental con mayor número de diarios de información general, diez. Ninguno
resulta un buen negocio. En 1982 cunde la alarma ante el propósito, expresado
en Consejo de Ministros, de suprimir las subvenciones al papel prensa, que en
el periodo 1978‑1981 han costado a las arcas del Estado los 715 millones
de escudos. Las subvenciones se mantienen, no obstante, en 1983 ascienden a los
140 millones de escudos y en 1984 son ya 305. Entre 1974 y 1984 la prensa
estatalizada costará al gobierno luso 15.570 millones de escudos.
En 1982 la difusión de
la prensa diaria lusa se mantenía aún por bajo de la alcanzada en vísperas del
25 de abril y el medio se resentía de la fuerte competencia publicitaria de
radio y televisión, ambos medios con ingresos publicitarios proporcionalmente
muy superiores al promedio europeo. En el periodo 1981‑1984 la publicidad
en prensa supone apenas el 30% del total en medios, y pasa de 956 millones de
escudos en la primera fecha a los 2.069 de la segunda; la televisión se lleva
en esos años el 52% y la radio el 18%.
Todavía el 28 de abril
de 1986, en vísperas del ingreso en la Comunidad Europea, el Conselho de
Imprensa aprobaba una declaración en la qu constata: “O Conselho de Imprensa
vé, com a maior preocupaçao, a profunda crise em que a Imprensa portuguesa,
especialmente a diaria, est progressivamente a cair. A disminuçao das tiragens
coloca Portugal na cauda das capitaçoes de consumo de jornais em paises
democráticos.”
Esta etapa permite
consolidarse a algunos de los títulos surgido en la etapa anterior, pero aporta
también más estabilidad para los que ahora aparecen. En 1979 veremos surgir un
diario considerablemente menos político y más populista que sus predecesores,
cercano al modelo de los tabloide ingleses, que pronto se convertirá en diario
de éxito, Correio da Manha, que al lustro de existencia se ha convertido en el
diario lisboeta más leído. Mientras fracasan los nuevos intentos con más carga
ideológica, como el primer vespertino de la derecha, A Naçao, que sólo publica
48 números, y el heredero socialista de A Luta, el matutino Portugal hoje (5‑X).
0 diarios semanarios con escaso respaldo empresarial, como el matutino A
Tribuna (5- XII‑1979) o Manchete y Sinal, semanarios ambos de 1977, y
Opçao, cercno al socialismo y más ambicioso, que edita 128 números entre el 29
de abril de 1976 y el 28 de septiembre de 1978.
Rasgo que marca el
periodo, sobre todo al entrar en los ochenta, es ese claro deslizamiento de los
lectores hacia la prensa menos partidista. Y ello con independencia de las
políticas de información de los distintos gabinete, pues el paso del gobierno
socialdemócrata de Pinto Balsemao, persona tan vinculada al periodismo luso, al
presidido por el socialista Mario Soares en 1983, por ejemplo, no implica
cambios significativos en esa política. Ocurre simplemente que Portugal ha
entrado en una etapa diferente en la que el reflujo de la militancia política y
de la prensa más politizada es muy claro. En 1982 cesa Portugal Hoje y el
socialismo portugués quedará ya sin órgano diario claramente vinculado a su ideario.
El órgano del PCP, 0 Diario, comienza también un lento pero continuo descenso
en ventas y, al otro lado, las frecuentes crisis en 0 Día, y la extinción de
algunos semanarios de extrema derecha, muestran las dificultades de
estabilización en la prensa para los núcleos portugueses más conservadores.
Incluso un órgano tan caracterizado de la socialdemocracia lusa como Tempo,
conoce un claro declive en los ochenta tras su importante papel en los setenta,
y aunque mantiene su edición pasa a ser una publicación muy secundaria. Pero
igualmente la extrema izquierda, que ha quedado sin diarios, ve disminuir el
número y la audiencia de su prensa semanal. Mientras los nuevos títulos que se
consolidan, como Semanario o Tal & Qual, muestran un talante mucho menos
marcado por las tendencias políticas. Tampoco los períodos muy significados por
la dependencia socio‑económica triunfan. La crisis de Jornal Novo a
finales de los setenta tras su brillante papel en 1975‑1976, y el fracaso
de su sucesor, A tarde, ambos diarios de la Confederación Patronal Portuguesa,
lo demuestran.
No obstante, se
mantienen llamativos casos de control de prensa por parte de los partidos
políticos y, al contrario de lo que ocurre en otros países europeos, la Iglesia
no sólo no disminuye las cabeceras afines, sino que las incrementa. A la altura
de 1981, por ejemplo, existían en la archidiócesis de Braga 198 publicaciones,
de las que 86 eran de la Iglesia católica, uno de los dos diarios, 4
semanarios, 4 quincenales, 44 boletines parroquiales o interparroquiales y 37
revistas y publicaciones (11). La diócesis de Angra do Heroísmo, en las Azores,
adquiere en 1979 el vespertino Correio da Horta ‑con 1.020 modestos
ejemplares de venta‑ y militantes del Partido Socialdemócrata,
mayoritario en este archipiélago, pasan a controlar el Diario dos Açores (12)
Declina la prensa puramente partidaria, aunque no falten títulos nuevos, alguno
estimable, como Acçao Socialista, semanario del PSP, que surge en 1978.
Un aspecto que ilustra
muy bien sobre la inestabilidad de la prensa portuguesa hasta finales de los
ochenta es el proceso de incesante cambio de directores en los principales
títulos, al que muy pocos escapan. Algunos ejemplos: entre 1974 y 1989, quince
años, A Capital tendrá seis directores, alguno con dos periodos de mandato;
pueden parecer muchos, pero Diario de Lisboa tiene siete en los mismos años, 0
Comercio de Porto llega a nueve, pero nueve tienen también Diario de Noticias,
Diario Popular y Jornal de Noticias, caso excepcional es el de 0 Século, que
tuvo siete directores ‑contando interinos entre 1974 y 1977. Pero
tampoco, tras su fugaz reaparición en 1987, ya en manos de una empresa privada,
conocería la estabilidad pues en tres año escasos tuvo tres directores (13).
Algo similar ocurre con periódicos privados como 0 Día. Y alcanza a la agencia
estatal de noticias, ANOP.
Precisamente los
avatares de la Agencia Noticiosa de Portugal, ANOP son muy representativos de
la falta de solidez en la política informativa de los gobiernos portugueses en
estos años. Nacida en julio de 1975, tras la disolución de la Agencia Noticiosa
de Información, ANI, estatal, la ANOP va a conocer continuas dificultades
económicas que se agravan paulatinamente. La agencia entra en periodo convulso
cuando a principios de 1982 se difunde el propósito del gobierno de Pinto
Balsemao de extinguirla ‑es rnuy deficitaria y se la considera
“izquierdista”‑ y crear, bajo fórmula cooperativa pero como empresa
privada, otra agencia ‑Noticias de Portugal‑, que efectivamente se
organiza en agosto de 1982, pero sin que se extinga oficia mente ANOP, por lo
que durante algunos años va a tener el país dos agencias de información
general. Noticias de Portugal, NP, se crea con apoyo estatal de 140 millones de
escudos más un acuerdo de adquisición de servicios por el Estado de 320
millones de escudos en el periodo 1982‑198 En octubre de 1982 son
despedidos 147 trabajadores de ANOP y la agencia desarrolla un plan de cierre
de delegaciones. En las navidades de 1982 se ventea la extinción. El final del gobierno
socialdemócrata y la entrada de los socialistas a mediados de 1983 dilata la
resolución de la crisis. El nuevo gobierno impulsa en principio una difícil
fusión de las dos agencias, estatal y privada. El proceso desembocará, ya en
1987, en la extinción de ANOP y el nacimiento de la Agencia Lusa, que pronto,
sin embargo, arrastrará los mismos problemas de déficit y de dificultades
económicas.
Aun así, el número de
diarios y semanarios de ámbito estatal mantiene alto conforme avanza la década,
con siete cotidianos de información general en la capital y ‑de promedio‑
seis semanarios. También se muest alto el número de diarios comarcales, con
nuevos títulos como Diario de Viseu (1981) o Diario de Aveiro (1985) y la
consolidación de otros, de ámbito semirregional, como Jornal do Fundao,
semanario que supera los 10.000 ejemplares semanales y tiene 46 puestos de
trabajo en 1986.
La mayor estabilidad
política ayuda a la aparición de otros modelos prensa, de difícil subsistencia
en años anteriores. Es el caso del Jornal Letras, JL, quincenal primero, luego
semanal, del grupo Sojornal, grupo que edita el semanario 0 Jornal y que en los
ochenta acomete la edición de otros títulos como Historia, Jornal da Educaçao o
Se7e.
1986‑1991 ‑
La adaptación a Europa
El ingreso de Portugal
en la Comunidad Europea conlleva un cambio obligado para la gran prensa,
todavía en buena parte en manos del Estado, lo que por entonces no tiene
parangón en la Comunidad (España ha privatizado su prensa estatal en 1983/84).
El país conoce una etapa de crecimiento económico sostenido, la prensa se
beneficia de la expansión de la publicidad ‑que en 1987, por ejemplo,
crece casi un 50 % respecto al año anterior‑, los medios mejoran tiradas
y rentabilidad y se hacen atractivos para el sector privado y para las
multinacionales europeas, al mismo tiempo la mayor estabilidad política y el
asentamiento de un casi bipartidismo ‑PSD y PS‑, con fuerzas
políticas dominantes que comparten en lo esencial la visión del papel de la
prensa, facilitan que ese proceso de reprivatización de medios ‑aplazado
en la etapa anterior‑ se afronte ahora sin grandes tensiones políticas y
sociales a partir de 1988, cuando se reprivatizan A Capital y el trisemanario
deportivo Record. Ayuda también que el debate sobre los medios se traslade ya
de la prensa a la radio y, sobre todo, la televisión. Se privatizan así los dos
diarios estatales norteños, 0 Comercio do Porto, por ejemplo, pasa a propiedad
de Gesgráfica por 166 millones de escudos. Jornal de Noticias, que es con sus
700 trabajadores la empresa periodística más relevante del país, será
controlado por Lusomundo.
Ese proceso de
definitiva reprivatización de la gran prensa estatalizada, asumido por el
gobierno de Cavaco Silva, que gobierna con mayoría desahogada, a principios de
1988 ‑el proyecto de reprivatización se inició en abril de 1986, todavía
con gobierno socialista, y conoció múltiples avatares en los meses siguientes‑
no estará con todo exento de polémicas y en algún caso ‑Diario Popular‑
la privatización, aunque coloca al vespertino en manos de un importante grupo
económico, PEI, que lo adquiere por la accesible cifra de 112 millones, lleva
al poco tiempo a la extinción de la publicación al comprobarse muy difícil
conseguir su rentabilidad. El grupo PEI había adquirido con anterioridad el
deportivo Record. Similar es el caso de Diario de Lisboa, que pasa al grupo de
Projornal, pero éste será incapaz de mantenerlo aunque la plantilla ha quedado
reducida a 71 personas, cuando una década antes era de 250 trabajadores, y el
vespertino ‑que ha intentado un relanzamiento con el eslogan “Diario de
Lisboa, un grande jornal que regressa as origens” ‑cesa también pronto,
el 30 de noviembre de 1990.
Fenómenos bien presentes
en toda Europa, como el ocaso de la prensa de la tarde, llegan también a
Portugal, donde veremos desaparecer por esos años veteranos vespertinos como
los citados Diario Popular o el Diario Lisboa ‑y asistiremos a fracasos
como Noticias da Tarde, en Oporto- o periódicos enfeudados a partidos
políticos, como 0 Diario (14) pero también constataremos la aparición de una
nueva prensa de calidad, con éxito algunos casos, como el del diario Público,
el Diario Economico, el semanario 0 Independente o el nuevo Diario de Noticias
salido de la reprivatización y fracaso en otros, como Europeu, diario, el
semanario 0 Liberal y sobre todo el fallido intento de nueva etapa de 0 Seculo
y las revistas antaño mantuvo el grupo ‑Vida Mundial y 0 Século ilustrado‑
y del Jornal do Comercio, aunque éste como semanal, que se ve obligado a cerrar
a dos años y medio de la reaparición.
Ese crecimiento
económico permite que, por primera vez desde el fin de la revolución, la prensa
comience a ser negocio en Portugal, aunque todavía en contados casos. Al inicio
de la década Jornal de Noticias es ya un diario altamente rentable que en 1989
tiene 437 millones de escudos de beneficio y que en 1990, cuando se privatiza,
bordea los 500. También Correio Manha, de Lisboa, consigue claro superávit. Son
los dos diarios con audiencia, que en 1988 es ‑APCT‑ de 75.534 y
67.686 ejemplares, respectivamente. El resto de los diarios de Lisboa y Oporto,
a la altura de 1989- 1990, se mantiene en números rojos o cifras discretas de
beneficio. Pero está cambiando el panorama.
En estos años vamos,
pues, a asistir a un cambio estructural relevante en la prensa diaria
portuguesa. Comienza a reducirse el número de diarios en Lisboa, con la
extinción de tres por sólo un nuevo diario estabilizado, Público, perteneciente
a un relevante grupo empresarial, Sonae, que, formado en parte con redactores
procedentes de Expresso, cuaja como diario tempranamente, consolidando una
venta por encima de los 50.000 ejemplares, pero tras una inversión en el bienio
1990‑1991 que no baja de los 3.500 millones de escudos. El cambio afecta
igualmente al mundo de los semanarios. 1988 es el año de aparición de Sábado y
0 Independente (20‑V). El primero, de pequeño formato pero con amplia
paginación en color y papel de calidad, arranca con más fuerza, con casi los
80.000 ejemplares de tirada semanal, pero conocerá crisis internas importantes
y paulatinamente perderá audiencia y con ello rentabilidad, lo contrario de lo
que ocurrirá con 0 Independente, que con formato tabloide y costes más
ajustados por ello, va subiendo desde los 45.000 ejemplares iniciales y llegará
a superar los 100.000 en poco más de un lustro. Los dos nacen también con
aceptable financiación ‑200 millones de capital social la editora de
Sábado (grupo PEI) y 120 la de 0 Independente‑ Otros semanarios, por el
contrario, como Primeira Página y Face, del grupo Portopress/Emaudio, cesan
pronto.
La mudanza alcanza a
otros tipos de prensa. Hay procesos muy significativos. En la segunda mitad de
1988 aparecen hasta cuatro revistas femeninas vinculadas a grupos periodísticos
importantes. Maxima es la publicación del Grupo Semanario; Elle, edición
portuguesa, del grupo Sojornal (Expresso); Mulher moderna la lanza el grupo
Impala, especializado en revistas y Marie Claire , edición portuguesa, se
vincula al grupo de Correio da Manha. Muchos títulos para un mercado como el
portugués, aunque esté en fase de crecimiento. Ya en 1989 conoce una crisis
Marie Claire, dentro de un proceso de reestructuración del grupo de Correio da
Manha, que incluye revistas como Exito, que desaparece, y que tiene ‑como
algunos otros grupos periodísticos‑ presencia en el mundo de la radio
privada lusa, en estos años en plena ebullición.
El proceso de
reprivatización de la gran prensa y el auge de nuevos medios obliga a renovarse
a los demás. Lo hacen casi todos, caso de 0 primeiro de Janeiro de Oporto, tras
vender al grupo Sonae su edificio por mil millones, lo que permite al veterano
matutino portuense pagar deudas y disponer de 400 millones para afrontar esa
modernización. Pero también veremos cómo el propio sector de la impresión
afronta cambios relevantes. Lisgráfica, por ejemplo, invierte en 1988 los 3.500
millones de escudos en una puesta al día que la convierte en la mejor imprenta
del país y una de las mejores de la península.
Se mantiene la buena
coyuntura para la creación de diarios regionales, caso de Diario de Leiría
(1987) y de fortalecimiento de los semanarios locales y comarcales, aunque no
faltan situaciones de crisis, como la que atraviesa en 1986 el Correio do Minho
de Braga.
1992‑1999 ‑
Consolidación y crecimiento.
Tras el periodo de
reprivatizaciones, concluido en 1991 ‑el 15 de mayo de ese año pasa a
manos privadas Diario de Noticias, en ese momento el más rrelevante diario
lisboeta, con una plantilla de 490 trabajadores‑, la prensa entra en otra
etapa, caracterizada además de por la estabilidad y la mayor rentabilidad ‑el
país entra decididamente en etapa de crecimiento sostenido, uno de los más
altos de la UE‑ por la consolidación de grandes grupos de prensa como
Lusomundo, propietaria de dos de los diarios más vendidos, Jornal, Noticias y
Diario de Noticias; ACJ, con el principal semanario de información general,
Expresso, y el único vespertino, A Capital, o en revistas populares, como
Impala, con títulos como Maria, Nova Gente o TV 7 dias.
Aunque el número de
diarios nuevos en sentido estricto es escaso, lo mismo ocurre en el campo de
los grandes semanarios, veremos consolidarse los existentes, que remozan
contenidos, diseño e instalaciones. Por primera vez, un diario, en este caso
Jornal de Noticias, de Oporto, supera en Portugal los 100.000 ejemplares de
venta consolidada. Es evidente también el proceso de concentración de títulos
de información general. Aunque Oporto mantiene sus tres diarios, en Lisboa el
abanico se reduce a los matutinos Publico, Diario de Noticias y Correio da
Manha y, con escasa incidencia, el derechista 0 Día, el vespertino A Capital ‑a
los que en 195 se añadía, tras casi ocho años sin nuevos títulos cotidianos, 24
horas‑, pero se mantiene la división clásica del país en dos zonas de
influencia, el norte, controlados por los diarios de Oporto, y el centro y sur
por los lisboetas En el mundo de los semanarios las novedades son relevantes.
Se mantiene el liderato de Expresso, pero cada vez más amenazado por O
Independente, pero el auge de este semanario va a cercenar la expansión de 0
Jornal, que comienza a perder venta de forma importante en 1991e, y d Sábado,
que acaba desapareciendo en 1993. El hueco, no obstante, de este último será
ocupado por Visao (25‑III‑1993), con estructura muy similar, pero
costes más ajustados. De forma que al concluir la década son cuatro lo grandes
semanarios de información general, Expresso, que en el primer semestre de 1998
supera los 135.000 ejemplares de venta, 0 Independente Semanario y Visao, el
número más bajo desde 1975, pero también ofrecen la mayor audiencia, que supera
los 310.000 ejemplares vendidos cada semana.
La bonanza económica
trae consigo el auge de la prensa especializada de todo signo. Los veteranos
trisemanarios deportivos pasan a diarios, como ocurre en Lisboa con A Bola y
Record y en Oporto a 0 Jogo. Estos tres diarios totalizan una difusión cercana
a los 250.000 ejemplares, muy alta, sobre todo en comparación con la de la
prensa de información general.
Se consolida la prensa
económica, con un diario y amplio repertorio de revistas, e incluso grupos de
empresas especializados en este tipo de prensa, como Media Capital, y veremos
también cómo brotan nuevas revistas del corazón, y asimilables, que pronto
alcanzan importantes tiradas, varias de las cuales ‑Caras, Nova‑
figuran entre las publicaciones más vendidas. Las publicaciones de una u otra
forma vinculadas a la TV figuran siempre entre las más leídas, caso de
Telejogos, Telenovelas o TV Guía.
La modernización del
sistema periodístico portugués no ha llevado, contra lo que podría pensarse, a
una reducción de los títulos entre la pequeña prensa regional, más bien al
contrario. Ciudades como Coimbra tienen hoy dos diarios ‑Diario de
Coimbra y Diario As Beiras‑ y varios semanarios, y es usual en cabeceras
comarcales los tres o incluso los cuatro títulos. Tomar, que recuperó 0
Templario, incluye Cidade de Tomar, Regiao de Tomar, 0 nabao y Despertar do
Zezere. Abrantes, además del veterano Jornal de Abrantes ofrece Nova Aliança,
Primeira Línea y Gazeta do Tejo, dos semanarios y dos quincenales. La pequeña
Alcobaga contabiliza ‑ 1998‑ A semana cisterciense, Regiao do
Cister, 0 Alcoa, Tribuna do Oeste y A voz de Alcobaqa, este mensual y los demás
semanales o quincenales. Elvas une a los veteranos Linhas de Elvas y Noticias
de Elvas los más jóvenes Jornal de Elvas y Mais Alentejo, todos semanarios.
Setúbal tiene un diario, Correio de Setúbal (1995), a los que se unen un
trisemanario como 0 Setubalense y semanarios como 0 distrito de Setúbal. Los
ejemplos podían multiplicarse.
Sin embargo, Portugal se
mantiene, en cuanto a prensa diaria, con muy bajos índices de lectura, los más
modestos proporcionalmente de la UE. Queda lejos aún de los cien ejemplares
vendidos por cada mil habitantes que la Unesco considera umbral del desarrollo
periodístico y, contabilizando la prensa deportiva, queda en poco más de la
mitad de ese índice (16).
Cuadro nº 1
|
|||
Diarios de Lisboa y Oporto en el periodo 1974‑1998
|
|||
Título
|
Aparición
|
Extinción
|
Contenido
|
Lisboa
|
|
|
|
Bola, A
|
1995 (*)
|
En publicación
|
Información deportiva
|
Capital, A
|
1968
|
En publicación
|
Información general |
Correio da Manha
|
1979
|
En publicación
|
Información general
|
Día, 0
|
1975
|
En publicación
|
Información general
|
Diario, 0
|
1976
|
1990
|
Información general
|
Diario de Lisboa
|
1921
|
1990
|
Información general
|
Diario Económico
|
1990
|
En publicación
|
Información económica
|
Diario Popular
|
1942
|
1990
|
Información general
|
Epoca
|
1970
|
1974
|
Información general
|
Europeu
|
1988
|
1989
|
Información general
|
Globo, 0
|
1982
|
1982(**)
|
Información general (V)
|
Jornal de Economía
|
1979
|
1979
|
Información económica
|
Jornal do Comercio
|
1853
|
1977(****)
|
Información económica
|
Jornal Novo
|
1975
|
1979
|
Información general
|
Luta, A
|
1975
|
1979
|
Información general
|
Luta Popular
|
1975
|
1975 (**)
|
Información general
|
Naçao, A
|
1979
|
1979
|
Información general (V)
|
Novidades
|
1885
|
1974
|
Información general
|
Página Um
|
1976
|
1977(**)
|
Información general
|
Portugal boje
|
1979
|
1982
|
Información general
|
Público
|
1990
|
En publicación
|
Información general
|
Record
|
1995 (*)
|
En publicación
|
Información deportiva
|
República
|
1911
|
1975
|
Información general
|
Século, 0
|
1881
|
1977(****)
|
Información general
|
Tarde, A
|
1979
|
1980
|
Información general
|
Tribuna, A
|
1979
|
1981
|
Información general
|
24 horas
|
1998
|
En publicación
|
Información general
|
Oporto
|
|
|
|
Comercio do Porto, 0
|
1854
|
En publicación
|
Información general
|
Jogo, 0
|
1985(***)
|
En publicación
|
Información deportiva
|
Jornal de Noticias
|
1888
|
En publicación
|
Información general
|
Noticias da tarde
|
1981
|
1985
|
Información general (V)
|
Primeiro de Janeiro, 0
|
1869
|
En publicación
|
Información general
|
Fuente: elaboración
propia.
(*) Se edita hasta esa
fecha como trisemanario.
(**) Continúa editándose
un tiempo con menor frecuencia de aparición.
(***) Registra cambios
de periodicidad.
(****) Conoce una
reaparición posterior efímera en 1987‑1989.
Cuadro nº 2
Principales semanarios de información
general del periodo 1974‑1998
|
||
Título |
Periodo de publicación |
Tendencia |
Bandarra |
1974 |
Extrema derecha |
Barricada |
1975‑1976 |
Extrema derecha |
Branco e negro |
1977 |
Independiente |
Dez de junho, 0 |
1979‑1980 |
Independiente |
Diabo, 0 |
1976‑en
publicación |
Derecha |
Edi~ao especial |
1977‑1980 |
Independiente |
Expresso |
1973 -en publicación |
Independiente |
Extra |
1977 |
Izquierda |
Face |
1989 |
Centro‑izquierda |
Flama |
1949‑1975 |
Izquierda |
Gazeta da semana |
1976 |
Extrema izquierda |
Ideal, 0 |
1989 |
Independiente |
Independente, 0 |
1988/en publicación |
Independiente |
Jornal, 0 |
1975‑1992 |
Progresista |
Liberal, 0 |
1990 |
Independiente |
Liberdade |
1974‑1975, 1976 |
Derecha |
Mais |
1982‑1983 |
Independiente |
Manchete |
1977 |
Centro‑derecha |
Noticias de Primeira
Página |
1988‑1989 |
Socialista |
Nova Terra |
1975‑1977 |
Católico |
Opçao |
1976‑1978 |
Izquierda socialista |
Opiniao (Oporto). |
1974‑1977 |
PCP |
Página Um |
1976‑1979 |
Extrema izquierda |
País, 0 |
1975‑1980 |
Centro‑Derecha |
Patria |
1976 |
Extrema derecha |
Ponto, 0 |
1980‑1982 |
Independiente |
Presse (Oporto) |
1977 |
Independiente |
Reflexo |
1974‑1975 |
Independiente |
Rossio |
1976 |
Derecha |
Rúa, A |
1976‑1981 |
Extrema derecha |
Sabado |
1988‑1993 |
Independiente |
Século ilustrado, 0 |
1939‑1975, 1989‑1990 |
Izquierda |
Semanario |
1983/en publicación |
Independiente |
Sempre Fixe |
1974‑1975 |
Izquierda |
Sinal |
1977 |
Independiente |
Sol, 0 |
1975 |
Extrema derecha |
Tal & Qual |
1980/en publicación |
Independiente |
Telex |
1977 |
Derecha |
Tempo |
1975/en publicación |
Liberal |
Tribuna, A |
1976‑1977 |
Derecha |
Varia 8 |
1975‑1976 |
Independiente |
Vida Mundial |
1939‑1977, 1989 |
Izquierda |
Visao |
1993/en publicación |
Independiente |
Voz do povo |
1975‑1980 |
Extrema‑Izquierda |
(1) El régimen de Salazar y Caetano tenía en Portugal, al contrario que en
España, pocos títulos propios, lo que explica que a su caída se mantenga casi
íntegra la considerable red de pequeños títulos regionales, conservadores pero
independientes. No es el caso de la iglesia, que tiene un gran abanico de
publicaciones en los distritos. Un análisis de la prensa portuguesa previa a la
revolución y los fallidos intentos de apertura en ARONS DE CARVALHO, Alberto
(1973), A censura e as leis de Imprensa, Seara Nova, Lisboa.
(2)La prensa portuguesa más
relevante estaba en vísperas de la revolución en manos de bancos y cajas, a
nveles muy superiores al promedio europeo, y ello pese a ser muchos de ellos
títulos veteranos tradicionalmente rentables. Esa penetración se había
acentuado notoriamente en los años previos al 25 de abril. Una visión general,
en BELMIRA MARTINS, María (1973) Sociedades e grupos em Portugal, Editorial
Estampa, Lisboa.
(3) Dentro de la rápida caída
de las ventas que afecta a toda la prensa estatalizada, el grupo 0 Seculo será
el que lleve la peor parte. En enero de 1977, en vísperas de su extinción, Vida
Mundial, por ejemplo, tira apenas 16.000 ejemplares y las ventas superan apenas
los 12.000. No más de 25.000 difunde el diario. 0 Seculo cesa el 12 de febrero
con el nº 33.876 y tras 97 años de existencia
(4)Véase A imprensa escrita
en Portugal. Abril de 1974 a julho de 1976 (1979), Conselho de Imprensa,
Lisboa, pp 112‑120.
(5) En estos años el
escudo cotiza aproximadamente 38/40 por dólar.
(6) Un balance de los
diez primeros años de actividad del Conselho de Imprensa en ARONS DE CARVAL
Alberto (1986), A liberdade de informaçao e o Conselho de Imprensa, Direcçao
Geral de Comunicaçao So, Lisboa. Se percibe como los tres primeros años son de
alta conflictividad y de recurso al Conselho, que moderándose paulatinamente.
(7) En la práctica, el
Conselho de Imprensa únicamente podrá conseguir de los periódicos que declaren
sus tiradas ‑no ventas‑ mensuales, sólo en 1986 se introducirá la
figura equivalente a la OJD española, la Associaçao Portuguesa de Controlo de
Tiragem (APCT). Las devoluciones en la prensa portuguesa se sitúa habitualmente
en torno al 20% de las tiradas.
(8) La empresa
propietaria del diario, Rigor, intentará constituir un grupo de prensa con el
semanario Ediçao Especial y el regional Jornal de Amadora, pero conoce muchas
dificultades desde primera hora.
(9) Una perspectiva de
los problemas de esta prensa en VV AA (1986) / Congresso Imprensa nao diaria.
Renova e progresso, AIND, Lisboa. La Asociación tenía en ese año 252 socios.
(10) Muestra de la
confusión legal en torno a esta prensa es la curiosa polémica desarrollada en
1982 sobre el capital de 0 Comercio de Porto, que era entonces 51 % privado
(dos bancos, fundamentalmente) y 49% del Estado, según ANOP, y mayoritariamente
público según otras informaciones y los trabajadores. La indefinición sobre la
prensa estatal se mantiene durante estos años y todavía en 1983 se crea en Madeira
una empresa pública de prensa en torno al principal cotidiano de la región, el
Diario da Madeira.
(11) Véase VV AA
Comunicaçao Social e desenvolimiento regional (1984), Universidade Católica
Portuguesa / Castoliva Editora, Maia. En especial páginas 159 a 174.
(12) A finales de este
año, el PSD controlaba directa o indirectamente casi toda la prensa diaria del
archipiélago de las Azores, caracterizado precisamente por la abundancia de
diarios, aunque de pequeña dimensión: tres en Ponta Delgada, Açoreano Oriental,
Diario dos Açores y Correo dos Açores, dos en Horta, 0 Telégrafo y Correo da
Horta, y otros dos en Angra, Uniao y Diario Insular. El primero de ellos, el de
mayor tirada y el más antiguo de Portugal (1835), no pasa de los 5.000
ejemplares en estos años. Uniao y Correio da Horta pertenecen a la iglesia, 0
Telégrafo presume de independiente y el resto se vincula a militantes o
simpatizantes del PSD, que gobierna en esta región autónoma.
(13) Véase
“Reprivatizaçáo da Imprensa”, en Cadernos de Jornalismo (Nº 7, 1990), Centro de
Formaçao de Jornalistas, Lisboa.
(14) Sobre la extinción
de 0 Diario, que publica su último número el 13 de junio de 1990, véase Publico
misma fecha, páginas 1 a 5: “O ultimo dia de 0 Diario”, que analiza la historia
del periódico y la crisis de la prensa comunista en Portugal. El diario tenía
90 trabajadores y en sus últimos meses no superaba los 2 ejemplares de venta
efectiva.
(15) En vísperas de la
reprivatización, Diario de Noticias acumulaba un déficit de 2.700 millones de escudos
había entrado en fase de rentabilidad desde 1989.
(16) Un balance, quizá
algo pesimista, de la prensa portuguesa actual en NOBRE CORREIA, J.M. (1998),
“Los medios de comunicación portugueses. De la dictadura a la democracia”, en
Telos, nº 49, Madrid.
Artículo publicado en
Ámbitos 2 – Enero – junio de 1999 (pp. 109 – 125)
Dirección electrónica de
este artículo:
http://www.ull.es/publicacionews/latina/ambitos/ambitos2/checa.html