FORO MUNDIAL DE EDUCACIÓN

Porto Alegre, 24 al 27 de Octubre de 2001

"Carta de Porto Alegre por la

Educación Pública para todos"

VV.AA.*

El derecho y la obligación que tienen los trabajadores y trabajadoras de la educación a participar junto a otros movimientos sociales es la apuesta que nos hace el Foro Mundia de Educación celebrado en Porto-Alegre. la importancia de su trabajo para primera infancia, los niños/as, jóvenes y los dultos y viejos, en la tesitura actual por un mundo mas justo y pacífico.

Los participantes del Foro Mun­dial de Educación: educadores, edu­cadoras, estudiantes, pesquisadores, autoridades, sindicalistas, represen­tantes de las múltiples y diferentes fuerzas sociales y populares, y las más de 15,000 personas protagonis­tas de la historia y comprometidos con la educación pública, gratuita y de calidad para todos los hombres y mujeres de todas las razas, religiones y culturas de la tierra, presentan a los gobiernos de todos los países y a todos los pueblos del Mundo las posiciones aprobadas durante la ple­naria final del Foro Mundial de Edu­cación, para mejorar las perspectivas de vida para la Humanidad y el logro de la PAZ.

El periodo en que vivimos, cuan­do el capital, para aumentar sus ganancias a concentraciones nunca vistas, lleva a la miseria, y a la guerra a la gran mayoría de la población mundial y produce en el abandono y en la masacre de la infancia la más cruel y deshumanizadora fase de este modelo de sociedad, precisa ser entendido como de ruptura.

En la actual conyuntura interna­cional, después del acto terrorista del 11 de setiembre, por todos repu­diado, quedó más claro tanto el desequilibrio entre el norte y el sur y     la

separación creciente entre ricos y pobres lo mismo al peligro de la vio­lencia originada de los irracionalis­mos que amenazan toda forma de civilización. Las fuerzas dominantes del mundo buscan mostrar el momento presente como siendo de catástrofe mundial. Para la gran mayoría de los seres humanos, sin embargo, este rompimiento puede ser visto como el pasaje de una situa­ción para otra, en la cual la solidarie­dad, libertad, igualdad y el respeto a las diferencias se revigorizan como valores aliados a la comprensión de que existen hoy, en el mundo, fuer­zas y riquezas capaces de alimentar a los hambrientos y de dotar a todos condiciones materiales y espirituales, entre las cuales sobresale la educa­ción pública, gratuita y de calidad socialmente referenciada.

Es en este contexto y como parte de esas fuerzas que se reunió el Foro Mundial de Educación, demostrando que el momento de pasaje está siendo construido en todos los rincones de la Tierra por movimientos sociales y gobiernos comprometidos con la democracia y con las causas populares, con la pro­posición, en el campo y en la ciudad, de alternativas a la excluyente globa­lización neoliberal.

 

* Representantes de diferentes colectivos a nivel mundial.

 

Son muchos los frentes de lucha, en varias partes del mundo - fuerzas zapatistas, Movimiento de los Trabal­hadores Sin-Tierra, movimiento con­tra el apartheid, contra el neolibera­lismo y por la humanidad en Belém do Pará-Brasil, la 3a Conferencia Mundial contra el Racismo, la Descri­minación Racial y la Xenofobia en el África del Sur, la Marcha por la Paz realizada por la ONU en Peruggia y Assis, la Acción por la Tributación de las Transaciones Financieras en Apoyo al Ciudadano (ATTAC), entre otras. En ellas van siendo encontra­das alternativas populares y demo­cráticas que se oponen a las presio­nes financieras representadas por el Banco Mundial, por la Organización Mundial de Comercio (especialmente el acuerdo general sobre el comercio y los servicios que pone en peligro la educación pública), por el Fondo Monetario Internacional, que dicen "reorganizar la economía del mundo".

En este contexto, entendemos como fundamental profundizar la solidariedad y la organización entre los movimientos sociales, asociativos, sindicales y parlamentales, promo­viendo encuentros mundiales, en varios países y ciudades. Las reaccio­nes ocurridas en Seattle, Davos, Cancun, Quebec y Génova, las huel­gas y las marchas realizadas por tra­bajadores de diferentes categorías, especialmente los trabajadores en educación y los estudiantes, el Foro Social Mundial y este Foro Mundial de Educación indican que, con los pies en el presente, criticando lo terrible que fue y sigue siendo hecho contra todos los pueblos, los hombres y las mujeres del mundo que van construyendo, con esperan­za, el futuro. Por esto, es necesario repudiar la mercantilización de la educación que permite a los países del norte, aprovechando su posición dominante, atraer los cerebros de los países del sur a través de una ¡mi­gración selectiva. Todo esto indica la posibilidad de ampliar las alternativas realmente solidarias, populares y democráticas, entre ellas las relativas a la escuela pública, gratuita y de cali­dad, en todos los niveles. En este sentido, entendemos que a lucha contra la globalización neoliberal exige que afirmemos las soluciones ya existentes y que busquemos nue­vas oportunidades de actuación en los ámbitos local, regional, nacional y mundial.

Serán bienvenidas a la lucha y a la concretización de alternativas popu­lares y democráticas todas las fuer­zas, organizaciones y sectores que entiendan la necesidad de un cambio radical en las propuestas económicas en trámite en la escala mundial, así como en las políticas públicas nacio­nales y locales, para permitir la igual distribución de las riquezas, la sus­tentabilidad del medio-ambiente y el amplio acceso por todos a los bienes culturales comunes, entre los cuales todos los tipos de educación, inter­mediados por la formación de los valores de solidariedad, libertad y del reconocimiento de las diferencias para la superación de los factores que crearon y crean jerarquias entre los seres humanos. La constitución de un proyecto social en oposición al modelo de globalización neoliberal exige la incorporación de crecientes fuerzas a esta lucha, apenas comen­zada, y el combate a todos los funda­mentalismos.

Estamos juntos como hermanos en una lucha por el entendimiento de que, cualquiera que sean sus creen­cias, modos de vivir, gustos, senti­mientos, diferencias en términos de necesidades educativas especiales, el ser humano es siempre un sujeto de derechos. La educación, condición necesaria para el diálogo y para la PAZ, tiene un papel importante en esa lucha, en la medida en que los tan diversos y siempre colectivos espacios en los cuales ella se da son lugares de discusión, vivencia y con­vivencia. La escuela pública, en ese proceso, se transforma y revive como espacio/tiempo de posibilida­des para encuentros de hombres y de mujeres de todas las edades, con trayectorias hasta aquí apenas entre­vistas. Así, al contrario de la afirma­ción de las fuerzas del capital de que la escuela pública ya está superada, reafirmamos su potencia y perma­nente movimiento en la reinvención del cotidiano de nuestras sociedades y en su propia transformación, como resultado del protagonismo de los excluidos.

La conquista del poder político en cada situación concreta, nacional y local es también uno de los frentes de lucha, ya que la globalización del capital siempre precisó de gobiernos nacionales, regionales y locales capa­ces de ejecutar sus planes y hacer valer su fuerza. La creación de alter­nativas a las propuestas neoliberales está siendo construida con gobier­nos populares y democráticos, teji­dos con dificultades y que se configu­ran como posibilidad creciente.

La lucha por cambios en el mundo del trabajo, en la perspectiva de una profesionalización sustenta­ble, con acceso de todos a la evolu­ción científica-tecnológica, precisa ser acompañada de garantías de los derechos sociales para los trabajado­res y trabajadoras y de reconoci­miento universal de la certificación profesional. Esa lucha mantiene rela­ción estrecha con los tantos cambios antes indicados, exigiendo, así, la ampliación del conocimiento huma­nista, técnico-científico, ético y esté­tico y la incorporación real del dere­cho a las diferencias, para que nos podamos comprender, aproximar y superar jerarquias entre seres huma­nos, dadas por género, edad , raza, religión, expresiones culturales y políticas. Los trabajadores/trabajado­ras de la educación tienen, con rela­ción a eso, historias para contar sobre sus esfuerzos comunes y bus­can crecientemente participar, con los, múltiplos movimientos sociales, en la tesitura de um mundo más justo y pacífico, afirmando la impor­tancia de su trabajo para la primera infancia, los niños, los jóvenes, los adultos y los viejos.

Este Foro Mundial de Educación se suma a las discusiones realizadas en los diversos foros de Educación que sucedieron en la última década en escala mundial, identificados con las ideas expresas en este documen­to, y vienen indicarlas como ejes prioritarios para el Foro Social Mun­dial/2002.

El Foro Mundial de Educación se presenta como realidad y posibilidad en la construcción de redes que incorporan personas, organizaciones y movimientos sociales y culturales locales, regionales, nacionales y mun­diales que confirmen la educación pública para todos como derecho social inalienable, garantizada y finan­ciada por el Estado, nunca reducida a la condición de mercaduría y servi­cio, en la perspectiva de una socie­dad solidaria, radicalmente democrá­tica, igual y justa.

Porto Alegre (Brasil), 27 de Octubre del 2001.