"¿VEO MUCHO LA TELE?",UNA EXPERIENCIA CRÍTICA SOBRE LA TELEVISION EN EDUCACION INFANTIL
Rosario Mérida*
La experiencia narra el trabajo realizado por el equipo docente de infantil, en colaboración con las familias, en torno al análisis crítico de los contenidos y valores que emanan del uso excesivo del televisor. Desde un enfoque metodológico global y activo, intentamos que sea el alumnado el que vaya construyendo sus aprendizajes, a partir de la modificación de sus ideas y actitudes iniciales. Abordar la transversalidad en esta etapa implica ayudarles a comprender mejor su realidad, para que la analicen e intervengan en su posible mejora.
justificación
La
elaboración y diseño del proyecto "¿Veo mucho la tele?", surge como
necesidad de intervenir educativamente ante la falta de criterios, tanto
cuantitativos como cualitativos, que poseen las familias de nuestro alumnado
respecto al uso abusivo que de la televisión hacen sus hijos/as. La deficitaria
formación recibida por las familias respecto a la alfabetización audiovisual,
provoca un "dejar hacer" y una laxitud de normas para usar
racionalmente tal medio. El desconocimiento de sus perjuicios, junto con la
"comodidad" que su uso genera en el contexto familiar, da lugar a
situaciones paradójicas que van desde la existencia en casa de tantos aparatos
televisivos como miembros de familia (para evitar enfrentamientos y discusiones
sobre distintas preferencias), hasta la visualización compartida de programas
no recomendados para menores como actividad cotidiana (telenovelas, películas
de miedo, de violencia...). Como maestras consideramos algunos indicadores
"determinantes" para justificar la necesidad de abordar el tema, los
cuales se concretan en:
- Conocimiento casi
generalizado de las canciones, y personajes de las telenovelas ("Agujetas
de color de rosa"...)
- Alusión, en
conversaciones informales, a programas televisivos no aptos para menores,
mostrando una percepción deformante de los hechos (Expediente X
"Drácula"...)- Falta de puntualidad y queja de las madres ante la
"obligación" de ver dibujos animados antes de entrar en el colegio.
- Utilización masiva de productos anunciados
en la publicidad televisiva.
- Concepción de verdad absoluta sobre
cualquier hecho o acontecimiento televisivo.
- Reproducción de
conductas agresivas observadas en determinados programas de dibujos animados
(Power Rangers, Wooku, Pokémon
- Estereotipos sexistas.
* Maestra de Educación Infantil
y profesora de la Universidad de Córdoba.
En
función de las necesidades percibidas todo el equipo docente de infantil
elaboramos un plan de acción, intentando abordar contenidos y propuestas de
aprendizaje que pudieran continuar siendo trabajadas en Educación Primaria. La
propuesta de trabajo iba dirigida a los dos niveles que integran el segundo
ciclo de la etapa (alumnado de 4 y 5 años).
Motivación La visualización conjunta en el colegio del programa televisivo
"Tal como somos" dedicado a su pueblo, suponía una fuente de
entusiasmo para ellos/as, el cual junto con la narración del cuento la
"Tele Mágica", su dramatización y posterior expresión gráfica,
constituyeron el punto de arranque de una propuesta que despertó gran interés
desde su inicio. Todo ello lo acompañamos con la elaboración de un cuaderno de
campo dedicado a recoger informaciones previas sobre diversos aspectos del uso
del televisor en casa. La elaboración del instrumento, haría posible su
cumplimentación por parte de los padres y madres, al tiempo que conseguíamos
una información valiosísima como elemento inicial de nuestra actuación. Las
respuestas emitidas, junto con las manifestaciones del alumnado y sus dibujos
completaron la recogida de ideas previas, como primera fase de cualquier
aprendizaje significativo.
Evaluación
de ideas previas
* Ideas
conocidas:
-
Conocen la forma del televisor, la pantalla, el mando a distancia y los
"botones".
-
Saben que existen programas para niños/as y para mayores.
* Ideas
desconocidas y erróneas:
- Desconocen
algunos elementos como: volumen, antena, canales y altavoz.
- No son
conscientes de los perjuicios que su uso indiscriminado puede ocasionarles.
- No
identifican las diferencias básicas con otros medios vídeo, fotografía,
radiocasset, ordenador...
- Los
comportamientos ofertados por la televisión son imitados y valorados como
verdad suprema y universal.
-
Reproducen estereotipos sexistas, respecto a gustos televisivos: papá----
fútbol, telediarios, documentales... mamá---- telenovelas, concursos,
programas rosa...
Selección de objetivos y
contenidos
A partir de las ideas recogidas, decidimos
pragmatizar nuestra actuación atendiendo a dos ámbitos: a la familia y al
alumnado. La implicación de los padres/madres en el proceso ejercería una doble
labor: por un lado
tomarían conciencia del perjuicio del uso
indiscriminado de la televisión, y por otra parte se comprometerían a
desarrollar conductas "positivas" en el hogar que complementaran e
hiciera más eficaz nuestra propuesta didáctica.
Aunque el alumnado había manifestado el
desconocimiento de ciertas partes del televisor como objeto tecnológico,
nuestro diseño iría encaminado a concienciarlos de los problemas que el
"monopolio televisivo" podía provocar en sus vidas. Nuestros lemas
eran ''La tele te quita amigos" y "La tele educa, la tele enseña...
si la usas con inteligencia". Por otro lado, además de la concienciación
pretendíamos dejar claro que los mensajes televisivos no son verdades
absolutas, y que un claro exponente de dicho lenguaje equívoco y comercial lo
constituían los anuncios publicitarios, como incitadores hacia un consumismo
exacerbado.
La selección de los contenidos, estuvo
regido por los principios de significatividad lógica y psicológica, extrayendo
aquéllos aspectos relacionados con el eje organizador de la unidad, de cada
uno de los ámbitos de aprendizaje existentes en el Decreto para la etapa de
infantil. Los contenidos tanto conceptuales, procedimentales y actitudinales
se interrelacionaron en un enfoque globalizado, adaptado a la edad e
intereses de los discentes. La selección de contenidos contextuales
(televisión local, emisora del colegio, periódico escolar...), nos garantizaban
la funcionalidad y transferibilidad de los aprendizajes.
Método de trabajo
El método utilizado fueron los proyectos de
trabajo, los cuales mediante una metodología de investigación por
descubrimiento dirigido, intentaban situar a los niños y niñas en el centro de
su proceso formativo. Su actividad física, relacional y cognitiva constituían
las herramientas básicas de aprendizaje, generando una adaptación del trabajo
global compartido, a las capacidades y potencialidades individuales de la
diversidad del alumnado que constituía el aula. La elaboración de instrumentos de recogida de información, la
búsqueda y observación guiada, el análisis de dicha información y el contraste
con sus conocimientos iniciales eran actividades habituales en clase. El
conflicto cognitivo, como elemento de desequilibrio y desajuste, era utilizado
para activar su curiosidad y su motivación por aprender. El consenso entre iguales,
las interacciones del grupo clase, el trabajo en equipos así como la acción
tutorial entre el alumnado constituían situaciones de aprendizaje que
contribuían a negociar significados y compartir conocimientos construidos por
el grupo.
El juego fue una de las
constantes metodológicas utilizadas a lo largo de toda la unidad. Los juegos
dramáticos, los juegos simbólicos, la expresión corporal y la psicomotricidad
eran pilares básicos a la hora de abordar su desarrollo. La libre expresión de
ideas, la comunicación de pensamientos y sentimientos propios, crearon un
clima de afectividad e incrementaron las relaciones de cohesión grupa¡.
Por último, destacar el desarrollo de la autonomía
intelectual mediante la búsqueda personal de información, contraste de ideas
con el grupo, y análisis de resultados como estrategia de fomento de la
capacidad de "aprender a aprender".
Situaciones de aprendizaje Recogida de información
Comenzamos con la elaboración de unos cuadernos de campo los cuales
nos sirvieron para preparar y guiar nuestra visita a la televisión local. El
recorrer las distintas instalaciones, hablar con los diferentes profesionales
que allí trabajaban, y recibir una charla sobre el tipo de programas más
recomendables para nuestro alumnado, junto con la grabación de un
"mini" programa improvisado, constituyeron las actividades prioritarias
realizadas. La señalización del itinerario recorrido desde el centro hasta las
instalaciones, así como el dibujo de las mismas y de los trabajadores nos
sirvieron para la recogida de la información fundamental, que posteriormente en
el aula utilizamos como elemento de análisis. Dicha salida fue realizada con
la colaboración
de tres madres, las cuales se integraron en el
proceso tanto de preparación del material, como de visita y cuidado del
alumnado.
En clase, cada uno de
los alumnos y alumnas mostraron en una asamblea, la información que habían
recogido, mostrando puntos de vista divergentes en algunos aspectos, los
cuales eran resueltos mediante la argumentación y el consenso. La moderación de
la asamblea era practicada por mí, introduciendo elementos de reflexión, con
el fin de activar sus valoraciones y preconcepciones sobre el medio estudiado.
A continuación
decidimos realizar nuestras propias televisiones, para hacerlas a nuestro
gusto. También resultó imprescindible la colaboración de las madres, las cuales
se encargaron de traer al aula cajas de cartón de gran tamaño, recogidas de
los distintos comercios del pueblo. Dividimos la clase en grupos, y con el
asesoramiento de cuatro madres conseguimos supervisar el proceso de elaboración
de las televisiones, ayudando en aquéllos aspectos que resultaban excesivamente
complejos. La propuesta consistía en realizar una tele con la caja de cartón,
una pantalla que la construirían con papel transparente, y unos botones
realizados con tapones de botellas. Una vez que se hubieran acabado, debían
preparar distintos programas para mostrarlos a sus compañeros/as. Unos se
encargaron de inventarse dibujos animados, otros cuentos narrados, otros hicieron
un "telediario escolar" retomando las noticias "frescas"
que ese día habían ocurrido en el centro, otros se dirigieron al director para
entrevistarlo, y los más divertidos montaron una especie de circo para
niños/as. La implicación, la actividad, el humor, la información, la
interacción afectiva y la alegría fueron las notas dominantes de estas
sesiones. Como resultó tan gratificante la experiencia decidimos que para
acabar la unidad prepararíamos una semejante para las familias.
El análisis de anuncios
publicitarios fue otra de las situaciones más significativas del desarrollo de
la unidad. Los dos cursos de un mismo nivel organizamos una actividad que
consistía en ver varias veces unos anuncios publicitarios y contrastar su
contenido con la realidad. Los anuncios seleccionados fueron de juguetes, de
ropas y calzado de marcas y de alimentos. Una vez que hubimos visualizado su
contenido establecimos un diálogo sobre cómo creían que sería el producto,
emitiendo todos los calificativos que su imaginación, activada por las
imágenes, les sugirieron. El contraste entre esas expectativas y la realidad
observada, obviamente era decepcionante. El alumnado rápidamente hacía
referencia a situaciones semejantes que habían vivido en otros momentos. El
debate, y las argumentaciones actuaban como organizadores de una asamblea que
ya en el aula, trataba de analizar el por qué de esta situación. La ayuda de
las familias con el fin de ayudarnos a resolver estos interrogantes, era otro
de los cauces de implicación utilizados.
Otro de los elementos
de análisis fueron los cuestionarios a las familias, en los que se apreciaban
datos de interés, los cuales nosotras mostramos al alumnado, incitándoles a la
transformación de actitudes y conductas. La cantidad de tiempo pasado ante el
televisor, lo contrastamos con la pérdida de otras oportunidades de diversión y
desarrollo. En cuanto a la adecuación de los programas vistos, tratamos de
analizar sus repercusiones en el alumnado (miedo, desconcierto, nerviosismo,
agresividad, imitación...), ofertándoles otras situaciones de ocio más
formativas y enriquecedoras.
Otra de las actividades
desarrolladas fue la elaboración de carteles con mensajes alusivos que se
mostraron en diferentes lugares del colegio. En pequeños grupos, debían exponer
ideas, y posteriormente seleccionar o crear alguna imagen impactante que les
sirviera para llamar la atención sobre su mensaje.
La dramatización de
experiencias cotidianas vividas por el alumnado, nos sirvieron como elemento de
análisis, información y reflexión. Alguna de ellas fueron: "Papá ve la
tele... y mamá cocina", "A todos nos calla la tele", "Una
casa sin tele"... Tras el juego dramático de estas situaciones, establecíamos
un debate mostrando nuestras opiniones, y valorando las distintas situaciones,
para finalmente plasmarlas a nivel gráfico.
Para finalizar, me gustaría dejar constancia de la invención de
poesías, adivinanzas y canciones que realizó el alumnado, con el asesoramiento
y ayuda de su familia.
Las actividades con respecto a
las familias, además de la implicación procesual llevada a cabo, se centró en
la organización de una charla-coloquio sobre la temática televisiva impartida
por un profesional en la materia, junto con la organización de un taller, el
cual durante tres semanas (temporalización de la unidad), estuvo dedicado a
la preparación de un programa que se emitiría en la televisión local,
manifestando las ventajas de un uso adecuado de este medio. Las entrevistas a
diferentes personas (Concejal de Cultura, Alcalde y Técnico en Imagen y
Sonido), aportaron puntos de vista complementarios insistiendo siempre en la
necesidad de colaborar en la creación de un medio de penetración cultural y no
de un espectáculo deformante de masas. La elaboración de panfletos
explicativos, trataban de llamar la atención sobre los aspectos más
preocupantes detectados en la evaluación inicial. Por último, el taller ofreció
la posibilidad de realizar una evaluación del compromiso real que habían
asumido las familias, al elaborar un cuadernillo, en el que diariamente,
durante dos semanas, debían ir anotando ciertos aspectos referidos a las horas
pasadas ante el televisor y los programas visualizados. Trataban de iniciar
conductas de racionalidad televisiva, que posteriormente se convirtieran en
hábitos diarios practicados de forma autónoma.
Evaluación
La evaluación la concebimos como un proceso global, formativo y
continúo dirigido no sólo al alumnado, sino a la propuesta didáctica y a
nuestra intervención como docentes.
La concretamos en tres momentos básicos: antes de comenzar la
propuesta a través de la evaluación inicial, durante el proceso de desarrollo
de la unidad mediante la observación sistemática y las conversaciones entre
los distintos agentes implicados, y al finalizar el
trabajo mediante una evaluación sumativa de contraste entre los
objetivos señalados y los resultados obtenidos.
Las técnicas empleadas fueron la observación directa, fijándonos en criterios
como: esfuerzo, pulcritud, implicación personal, responsabilidad, cooperación,
creatividad, nivel de iniciativa mostrado, complejidad de la tarea abordada,
autonomía y respeto. La observación indirecta nos permitió analizar con
tranquilidad sus fichas de trabajo, la cumplimentación del cuaderno de campo
utilizado en la visita, la calidad de los dibujos, la pertinencia de los
códigos utilizados...
Además las conversaciones informales con las madres/padres del
alumnado durante el desarrollo de la unidad, las valoraciones manifestadas en
el taller y las actividades organizadas, junto con el nivel de implicación y
colaboración mostrado, nos evidenciaban indicadores de evaluación durante todo
el proceso. Dicha información fue complementada y contrastada con las
observaciones explicitadas en el diario que cada una de las maestras del
equipo docente de educación infantil, estábamos elaborando.
La evaluación sumativa del alumnado se concretó en
la realización de una asamblea donde argumentaron y valoraron los usos
adecuados y perjuicios del televisor, un juego dramático donde expresaron, por
equipos, los aprendizajes fundamentales que desde su punto de vista habían
conseguido, y por último elaboraron un mapa preconceptual de grupo con nuestra
ayuda en el que aparecían los distintos contenidos abordados, así como la
organización de los mismos.
La experiencia fue
valorada como muy positiva por los agentes implicados. El alumnado se mostró,
como ya he apuntado, muy motivado desde el inicio de la propuesta, puesto que
cualquier contenido vinculado a sus experiencias cotidianas, junto con la
posibilidad de convertirse en protagonistas y pequeños "actores" de
un medio que les fascina, son dos elementos que generaron una activación
importante del interés de los niños y las niñas de estas edades. Los aprendizajes
fueron muchos, pero si hubiera que destacar algunos de ellos, desde el punto
de vista del equipo, sería el elevadísimo índice de participación mostrado.
Este hecho se complementaba con la profundidad de las valoraciones críticas
que emitían, las cuales en multitud de ocasiones nos sorprendían por exceder,
con mucha diferencia, las expectativas que les habíamos adjudicado como
maestras. Otra de las cuestiones que referidas al alumnado nos llamaron la
atención, fue la desinhibición que ejercían nuestros "televisores
caseros" a la hora de expresar sentimientos y pensamientos personales de
forma espontánea.
En cuanto a las
familias, valoraron y se implicaron bastante en la propuesta didáctica, sin
embargo dicha participación no fue Un hecho generalizado. Los talleres, la
elaboración de panfletos, la ayuda en la salida, así como la elaboración del
programa local fueron actividades que contaron con la colaboración de un grupo
de madres, pertenecientes a la AMPA, y que debieron soportar el "peso grueso"
del trabajo como venía ocurriendo desde hacía tiempo. La falta de tiempo, el
desconocimiento sobre el tema, así como las responsabilidades familiares fueron
los argumentos más utilizados, por las personas no implicadas, para justificar
su actitud. Sin embargo, la asistencia a la conferencia organizada, contó con
una asistencia y aceptación masiva, la cual evaluaron como altamente formativa.
En cuanto al profesorado, al enfrentarnos al primer
trabajo fruto del grupo, sentíamos algunas dificultades de tiempo y de
criterios de coordinación. Estas divergencias estaban referidas al nivel de
implicación que debían asumir los padres/madres, el tiempo dedicado al
desarrollo de las distintas unidades, criterios de secuenciación entre unos
niveles y otros, valoración de los resultados... Sin embargo, el entusiasmo
hacia una experiencia de innovación, junto con la profundización en unas
relaciones profesionales poco trabajadas con anterioridad, así como la
realización de proyectos "nuestros" eran algunas de las dimensiones
que contribuían a superar los conflictos generados por el inicio de una nueva
trayectoria de trabajo, y en definitiva el intento de transformar una cultura
docente muy difícil de modificar por estar "sedimentada" durante
muchos años.
- La integración de la
transversalidad en las propuestas curriculares, ofrece la posibilidad de
contextualizar el aprendizaje al entorno, de forma paralela al desarrollo de
experiencias de innovación educativa, protagonizadas por profesionales comprometidos
en una educación crítica y transformadora.
- La coordinación
vertical, entre docentes pertenecientes a distintos niveles asegura por Un lado
la secuencialidad y continuidad de los aprendizajes. Por otro lado, genera
oportunidades de desarrollo profesional al interactuar especialistas de
distintos ámbitos en una propuesta de trabajo compartido.
- La resistencia al cambio, los condicionantes
ideológicos, las actitudes negativas, la escasez de cultura colaborativa, la
obsesión por los contenidos, el "vicio" del uso de los libros de
texto, las presiones del contexto (Administración, Inspección, familias...)...
son solamente algunos de los obstáculos a los que cualquier experiencia
innovadora debe hacer frente.
- La creación de unos materiales propios, las
interacciones socio-afectivas, la motivación en el alumnado, la calidad de las
propuestas de aprendizaje, la puesta en práctica de un método de investigación,
así como la superación de una cultura caracterizada por el aislamiento caminando
hacia otra de carácter colaborativo, son algunas de las
"recompensas" que vivenciamos en el desarrollo del grupo de trabajo.
- La implicación de las
familias en Un proyecto de trabajo que necesita de su colaboración y apoyo, les
confiere una valoración y reconocimiento del gran papel que desempeñan en la
educación de sus hijos/as, lo cual incentiva su afán de participación.
- La edad del alumnado
no imposibilita la formación de su espíritu crítico. Las propuestas de
aprendizaje, al principio, contaron con el escepticismo de algunos integrantes
del grupo de trabajo, por valorarlas como excesivamente complejas para las
capacidades del alumnado al que iban dirigidas, sin embargo estas
preconcepciones quedaron definitivamente negadas cuando las actitudes,
comportamientos y reflexiones excedieron las expectativas más optimistas.
Para finalizar quisiera
dejar constancia de la necesidad de generalizar experiencias de aprendizaje
similares a otros contextos, puesto que la formación del juicio crítico es una
de las dimensiones fundamentales necesarias para la creación de personas
libres, autónomas e íntegras.
Bibliografía
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