INTERDISCIPLINARIEDAD,
PROYECTOS
Rudá Ricci*
Este artículo plantea un recorrido por la noción y la práctica del currículum, desde su origen disciplinar, localizado en el mundo industrial del siglo XIX hasta lo que constituiría un enfoque interdisciplinar del currículum. En este itinerario el autor sitúa términos, reconstruye nociones, presente planos de ruta, para concluir ofreciendo una visión del currículum que pretende ser producto de una profunda interacción entre alumnos, profesores y su comunidad y que nace de la experiencia concreta y de una gran dosis de generosidad entre los educadores de las diversas disciplinas.
¿Por qué la
interdisciplinariedad?
En una mesa redonda que
discutía las reformas educacionales en curso en Brasil, uno de los
participantes, para polemizar, preguntó a la plantea: "Cuando una fruta
cae de un árbol, ¿aparece una leyenda en un lado indicando que es un fenómeno
de Física?" La platea atónita, no sabía que decir. El panelista, encantado
con la situación que había creado, prosiguió: "No, no aparece leyendo
alguno. Mas, si ustedes preguntaran cualquiera de sus alumnos que ocurrió,
con certeza que él o ella recurriría a varias áreas de conocimiento para
explicar el fenómeno. Tal vez diría que el suelo estaba seco, que el edificio construido al lado había creado
una sombra enorme que perjudicaba el desarrollo del árbol, que había percibido
alguna plaga en las hojas, que el fruto estaba maduro, y otros comentarios
similares. Él o ella utilizaría una explicación multidisciplinar o
interdisciplinar. Si el mundo es así, ¿por qué dividimos
en el aula el mundo en disciplinas compartimentalizadas?
Es un contransentido". La platea proseguía atónica. ¿Cómo es posible que
en tantos años no habíamos pensado en esto? ¿Por qué tendemos a educar a
través de matrices, de áreas de conocimiento de forma tan divorciada?
El origen de esta
situación habría que localizarlo en el desarrollo de las teorías del curriculum
en el mundo industria del siglo XIX. En aquel periodo, el desarrollo industrial
estaba directamente asociado a la idea del progreso. Un país industrial
significaba un país desarrollado. De esta manera hubo grandes intereses en
financiar y extender la organización industrial, y con ella el aumento de la
productividad y la capacidad de transformación de la naturaleza. Esta
filosofía da lugar a la "patronización" de la producción. El patrón,
en este caso, orientaba el trabajo fabril, que era la indicación racionalmente
elaborada de la forma correcta de trabajar. Así nace la especialización (o la
"patronización" de los movimientos y saberes dirigidos para un
determinado fin, movimiento o acción productiva) que constituía una división
del saber holístico, global (o monista como prefería Vygostky), en un saber
dividido en partes, en compartimentos. Se puede percibir la relación directa
de esta proposición con la concepción curricular que divide los saberes humano
en partes, en matrices. Veamos de manera más próxima esta conexión.
* Sociólogo, doctor en Ciencias
Sociales y profesor de la Universidad Católica de Minas Gerais, Brasil.
Director de la Consultoría en Políticas Públicas. Autor de "Terra de
Ninguém" (Editora da Unicamp, 1999) y "O Perfil do Educador do Século
XXI" (Revista Educajao & Sociedade 66, CEDES, abril/99). Traducción:
Fernando Hernández.
El momento álgido de la
"patronización" industrial fue el taylorismo, que tenía como una de
sus bases la división de la fábrica en dos espacios nítidamente delimitados:
abajo, el segmento productivo, que ejecutaba las tareas; arriba, el segmento de
planeamiento y elaboración. Frederick Taylor sustentaba esta división a partir
de la creencia de que los movimientos del trabajador que ejecutaba las tareas
deberían ser estudiados y planificados. Solamente así la industria podría
garantizar al patrón los productos que fabricaba (porque todos los operarios
producirían de la misma manera), al tiempo que garantizaba el aumento de la
productividad (porque la industria pasaría a controlar los movimientos y el
ritmo de producción). La práctica del taylorismo impuso una radical transformación
en el mundo del trabajo. Expropió los saberes de los operarios. Vale la pena
recordar que antes de la organización fabril, los trabajadores, organizados en
corporaciones de oficios tenían el dominio total sobre lo que hacían.
Ingresaban en los gremios como aprendices. Muchas veces, la propia familia
traspasaba el saber hacer. En Italia, esta tradición perduró durante mucho
tiempo, y el oficio era enseñado de generación en generación como una
herencia. El taylorismo desarticula esta tradición, porque expropia el saber de
los operarios, introduciendo un aprendizaje que es producido fuera de su
medio... producido por ingenieros u otros técnicos que no elaboraban la
mercancía directamente, sino que planificaban.
A finales del siglo pasado, se esbozó un
modelo educativo que tenía por objetivos formar el operario "patronizado"
que buscaba Taylor. En suma, la educación pasó a supeditarse a los objetivos del
mercado de trabajo industrial. El autor más importante de esta escuela
pedagógica fue Joseph Mayer Rice, quien en la década de 1890 (o sea, en el
mismo periodo que Tayler elucubraba las formas de gerencialismo científico)
elaboró un método de gerencialismo científico de la educación. Su objetivo era
medir los resultados a la luz de patrones fijos. En la práctica, las aulas
pasaron a tener series de alumnos separados (se aquí viene la noción de
seriación), el día escolar se fragmentó en unidades de aula de 35 a 45 minutos
y el currículum pasó a definir una jerarquía de contenidos (basado en Compte
y en la demanda industrial) donde la matemática se colocaba en la cima, seguida
por la física, la química, la biología, la psicología y, finalmente, las ciencias
sociales.
Otro autor, Franklin Bobbitt, perfeccionó
estas sugerencias introduciendo el análisis de los déficits de los alumnos en
relación con aquellos
conocimientos anteriormente definidos como
básicos (la jerarquía de contenidos propuesta por Rice). Pero Bobbitt fue más
allá y propuso que los alumnos deberían ser evaluados por sus capacidades,
actitudes y hábitos. Bobbit se alimentaba de una nueva transformación en la
gestión industrial: la introducción del fordismo.
Henry Ford, en 1908, había elaborado un
nuevo automóvil denominado Ford T. Pero la gran novedad no residía en el
vehículo que fabricaba, sino en la forma de producción. Ford había introducido
la cinta de montaje eléctrica, que fue caricaturizada en la película Tiempos
Modernos de Chaplin. La cinta eléctrica fijaba al operario en un lugar de la
fábrica y definía el ritmo de producción. Sin dialogar con su colega de
trabajo, y esperando una nueva pieza que la cinta traía para nuevamente
montarla, el operario percibía que su autonomía era cada vez más reducida. La
segunda gran innovación implantada por Ford fue la percepción que la cinta
eléctrica aumentaba sobremanera la productividad, bastando con acelerar la
rotación de¡ motor que generaba el movimiento. Ford percibió que una pequeña
parte del aumento de productividad podía dedicarse a los salarios de los
operarios, generando un gran mercado consumidor en el país. El empresario
norteamericano se dio cuenta que el salario podría ser el impulso del consumo.
Pero, para ello, necesitaba interiorizar un patrón de comportamiento -consumista-
en los operarios. El papel de las escuelas, como formadoras de hábitos
sociales, fue central en esta formulación. Fue Bobbitt quien perfiló los
contornos más nítidos a los principios fordistas.
El sistema educativo que emerge de estos
presupuestos va a destruir la capacidad protagonista del profesor
de la enseñanza básica. En los cursos
iniciales se tenía que formar al operario modelo de tipo taylorista. Tal y
como se analizó con anterioridad, este trabajos debería adquirir conocimientos
básicos y, principalmente, hábitos y comportamientos productivos. ¿Qué papel
quedaba para el profesor de estos primero cursos? Reproducir los conocimientos
producidos en las universidades (donde se formaban los gestores/planificadores
de la industria moderna) e introducir los hábitos de consumo y producción. De
aquí la razón de que los profesores de enseñanza primaria se preocuparan de
introducir las normas disciplinares en el aula. En suma, redujo su papel de
profesor: de educador pasó a ser instructor. La tabla I permite visualizar el
sistema educativo que se produce.
No es casual que sea en este momento en el
que se divulgan las técnicas de Skinner. Ni es casual, que sea entonces cuando
el profesorespectáculo, aquél que se preocupa por la memorización de los
contenidos y no de la capacidad crítica y de creación de los alumnos gane
proyección social.
Este
proyecto educativo comienza a sufrir alteraciones a finales de los años 80. En
aquel momento la industria pasaba por una profunda alteración. Nacían los
modelos post-fordistas de producción que exigían mayor capacidad creativa del
operario, mayor selección en las contrataciones, una alta flexibilidad y
riesgo. De un lado, la introducción de la microelectrónica y de la
biotecnología aumentaron el ritmo de creación y de la competitividad sectorial.
De otro, disminuyó drásticamente el número de operarios fijos, aumentando el
contingente de trabajadores temporales, terciarizados o que trabajan en sus domicilios.
La explicación es simple: como aumentó la competencia entre empresas, todas
las unidades productivas trataron de tener mayor agilidad para alterar la
producción o gestar nuevos productos. Por tanto, trataron de reducir el
contingente fijo de operario, substituyendo de manera gradual, al operario
patrón, por el polivalente o multifuncional, aquel que poseía varias
habilidades y competencias y que podría sustituir a varios especialistas. Lo
multifuncional posibilitaba mayor movilidad productiva y mayor producción con
menos operarios. De esta manera, el papel social de la división del mundo en
disciplinas cerradas entraba en su ocaso. Retornaba la necesidad de globalizar
el conocimiento desarrollado en las escuelas.
Nivel
educativo |
Objetivo |
Práctica
en el aula |
|
Enseñanza básica |
Formar operarios
especializados, con hábitos de consumo
de masas. |
Memorización y patrones de lectura, operaciones básicas de matemáticas y disciplina. |
|
Enseñanza universitaria |
Formar especialistas de
nivel superior,
responsables de la planificación
y racionalización fabril. |
Profundización en las
especilidades, desarrollo de la capacidad de investigación y liderazgo. |
|
TABLA I. Esquema básico del sistema fordista de
educación.
¿Qué
es la interdisciplinariedad?
El concepto de interdisciplinariedad se trabaja en Brasil de innumerables maneras. La verdad es que tenemos dificultades porque nuestra experiencia eduacional está basada, sobre todo a partir de los años 60, en el modelo anglosajón. Ya en los años S0, era grande la preocupación brasileña con el tema del curriculum. El Centro Brasileño de Investigaciones Educativas (CBPE) llegó a crear centros regionales en Sao Paulo, Recife, Belo Horizonte, Porto Alegre y Salvador, con el objetivo de promover cursos sobre latina currículum, o sea, pista de carreras que el alumno ha de recorrer) los anglosajones entienden jerarquía de contenido, o sea, una organización funcional del conocimiento para alcanzar algún objetivo (en este caso, la formación para el desarrollo industrial). Enfatiza la concepción cartesiana-racionalista de los contenidos lógico-matemáticos y lingüísticos. El currículum es concebido como una programa de aprendizaje planificado (Tyler). Por el contrario, los latinos conciben el curriculum como plan de estudios, o sea, una subordinación de la áreas de conocimiento a la percepción y comprensión del mundo. Destacan los valore morales. El currículum es concebido como reflejo de una práctica social (Sacristán y Hernández). Las perspectivas son, por tanto, opuestas.
A
decir verdad, uno de los mayores críticos de
la enseñanza compartimentalizada fue John Dewey, fundador de la Escuela
Activa en Estados Unidos, lo que relativiza la afirmación anterior. Dewey
criticaba la compartimentación de la cultura en materias y lecciones.
Aseguraba que esta estrategia educativa sobrecargaba a los alumnos de
fragmentos sin conexión (¿se acuerda el lector de la historia del fruto caído
del árbol?), que sólo eran aceptados en función de la repetición o la autoridad
del profesor. La escuela alemana de la Gestalt también reaccionó en contra de
la departamentalización del conocimiento. Afirmaban que el conocimiento era
fruto de una suma de percepciones o informaciones pre-existentes y que las
percepciones se presentan como unidades, con significado desde el inicio. De
esta manera, un niño o una niña percibe globalmente el mundo, por centros de
interés. Vygostky, también destacó desde Rusia que el aprendizaje es un
proceso profundamente social, contextualizado históricamente. Por tanto,
además de los latinos, otras culturas criticaron la compartimentalización del
saber. Sin embargo, la tradición anglosajona, contribuyó a la adopción de
programas educativos fuertemente marcados por el pragmatismo, por la
instrumentalización del conocimiento, por la formación de hábitos
productivistas.
Jean Piaget, muchas veces citado de forma errónea como fundamento de la potenciación de competencias específicas, afirmaba que los conflictos cognitivos eran los motores del aprendizaje. Lo que quiere decir que nadie asimila una información que no sea interesante y relacionada con el conocimiento construido anteriormente.
Comencemos
entonces por Piaget, para comprender que es la interdisciplinaridad. Para
este autor, sería posible pensar en niveles de cooperación entre disciplinas
escolares. Cita tres niveles: Multidisciplinaridad, que tiene lugar cuando para
solucionar un problema se busca información y ayuda en varias disciplinas,
confiando que tal interacción contribuya a modificarlas o enriquecerlas. Con
frecuencia esta es la manera como en Brasil se están incluyendo los temas
transversales;
Interdisciplinaridad, en que la cooperación entre varias disciplinas
provoca intercambios reales, existiendo reciprocidad;
Transdisciplinaridad,
etapa superior de integración, que tiene lugar cuando se construye un sistema
total, sin fronteras sólidas entre disciplinas.
Otros autores han
afrontado la tentativa de profundizar esta distinción. A modo de ilustración
presento una síntesis de estas concepciones a partir de los estudios de Torres
Santomé, con el probable reduccionismo que toda síntesis comporta. Lo que
pretendo con la tabla 2 es propiciar una comparación, aunque sea elemental,
para que el lector pueda situarse con más elementos en la problemática que
estoy tratando de presentar.
El
proyecto interdisciplinar constituye, por tanto, un camino inverso al
movimiento educativo de los dos últimos siglos. Presupone una profunda
creencia en la cooperación entre disciplinas. Esta creencia, obviamente, no es algo que
se encuentra fácilmente entre los educadores. El caso más frecuente es que los
educadores en matemáticas crean que hay pre-requisitos conceptuales y
procedimentales que impiden la constitución de un proyecto interdisciplinar.
Sugieren, por el contrario, que una concepción globalizadora, significaría la
contextualización del aprendizaje de las matemáticas en situaciones concretas
de la vida de los alumno (lo que no dejaría de ser una aproximación a la percepción
interdisciplinar del mundo). Esta
creencia llegó a afectar en Brasil incluso a la elaboración de los Parámetros
Curriculares Nacionales (PCNs) de 1999 para la enseñanza secundaria. La única
disciplina que se articula con otras del mismo campo (o área como es denominada
por los PCNs) es las matemáticas.
Autor |
Modalidades
de cooperación entre disciplinas |
|
Jantsch |
-
Multidisciplinaridad (agrupación sin definir nexos entre disciplinas); - Pluridisciplinaridad
(yustaposición de disciplinas próximas, como sociología e historia); - Disciplinaridad
Cruzada (una disciplina domina a las otras); - lnterdisciplinaridad
(estudios complementarios entre diversos especialistas que dependen
entre sí); - Transdisciplinaridad
(la relación entre disciplinas transciende a cada una,
desapareciendo los límites y constituyendo un sistema macrodisciplinar). |
|
Cesare
Scurati |
- lnterdisciplinaridad
Heterogénea (suma enciclopédica de
informaciones, sin un paradigma que
las unifique); - Pseudo-interdisciplinaridad
(se establece un modelo teórico para
ser trabajado de forma abstracta entre disciplinas diferentes); - lnterdisciplinaridad
auxiliar (utiliza la metodología de una disciplina específica en otra
distinta); - lnterdisciplinaridad
complementaria (sobreposición del trabajo de varios especialistas que poseen
un mismo objeto de estudio); - Interdisciplinaridad
unificadora (integración total, donde se crea un marco teórico o metodologías
comunes). |
|
Marcel
Boisot |
- lnterdisciplinaridad
linear (una ley de una disciplina es utilizada para explicar un fenómeno de
otra); - lnterdisciplinaridad
estructural (interacción entre disciplinas forma la
estructura básica de una tercera); - Interdisciplinaridad
restrictiva (los campos distintos se mantienen a partir de un proyecto común:
por ejemplo, un proyecto urbanístico). |
|
TABLA
2
Matricial |
Transdisciplinar |
Conceptos disciplinares |
Temas o problemas |
Objetivos y metas |
Preguntas e investigación |
Conocimiento canónigo |
Conocimiento emergente |
Unidades centradas en
conceptos disciplinares |
Unidades centradas en
temas o problemas |
Lecciones |
Proyectos |
Estudio individual |
Grupos pequeños que
trabajan por proyectos |
Libros de texto |
Fuentes diversas |
Centrado en la escuela |
Centrado en el mundo
real y la comunidad |
El conocimiento tiene
sentido por sí mismo |
El
conocimiento tiene sentido en función de la
investigación |
Evaluación mediante
pruebas y controles |
Evaluación mediante
portafolios y transferencias |
El profesor como
especialista |
El profesor como
facilitador |
Pensando en esta
situación Sverre Sjalander explicita diez etapas, o movimientos, que ocurren en
casi todas las tentativas de implantación de proyectos interdisciplinares.
Según este autor, estas etapas son:
(a) cantando las viejas canciones. Los
investigadores consumen mucho tiempo presentando su trabajo y sus problemas;
(b) todo los que están en el otro lado son
imbéciles. Comienzan a detectar deficiencias en las propuestas y realizaciones
del trabajo, generalmente de los demás. Mucho abandonan la iniciativa en esta
fase;
(c) refugiándose en las abstracciones. En la
tentativa de establecer unos fundamentos comunes, se inicia una fase de
abstracciones generales que facilitan acuerdos. No siempre el grupo supera
esta fase;
(d) malestar .... la fase de discusión de los
términos técnicos, hace descubrir términos muy generales, discrepancias en el
vocabulario. Muchas veces el grupo comienza a crear una jerga específica;
(e) saltando de piedra en
piedra. Comienzan a concentrar su atención en determinadas áreas, donde la
discusión fluye como metodología o experimentación;
(f) juego de cuentas ....
la construcción de una estructura y lenguaje comunes;
(g)amenaza de fracaso,
... el momento
de la desesperación. Se sienten obligados,
normalmente, a profundizar un informe sobre las actividades ya desarrolladas
o evaluar los resultados, en un esfuerzo de síntesis;
(h) ¿qué está pasando
conmigo? Perciben que cambiaron. Después de superar la fase anterior, al
presentar a sus colegas los resultados del grupo interdisciplinar, se dan
cuenta de las otras disciplinas con las que interactúan;
(i)tratando de conocer al
enemigo, ...el momento en el que afloran los intereses de estudio sobre otras
disciplinas;
(j)el verdadero comienzo.
Para Sjalander, es ahora cuando se inicia el trabajo interdisciplinar.
¿Qué es lo que este autor
trata de demostrar? Que es necesario superar dos siglos de sentimiento
separatista y discriminador entre las diversas especialidades para que un
proyecto interdisciplinar comience.
Para concluir esta sesión presento una
tabla (3) desarrollada por Fernando Hernández que sugiere las diferencias
básicas entre proyectos transdisciplinares y proyectos centrados en materias
específicas (o matriciales). Esta diferencia facilita la comprensión de la
transición que un proyecto interdisciplinar despierta.
¿Cómo pensar un proyecto interdisciplinar?
Esta
sesión de este artículo pretende ser la más práctica de todo el texto. No es
raro que cuando nuestro equipo desarrolla cursos o conferencias sobre
proyectos interdisciplinares o transdisciplinares, algún profesor presente en
la sala termina planteando la siguiente cuestión: "teóricamente es
interesante, pero en la práctica, no sé, no sé". En otras palabras,
tantos años de trabajo siendo representados como meros reproductores del saber
producido en las universidades hace de los profesores un público cínico y muy
pragmático. No puedo dejar de opinar sobre dos causas que generan esta frase.
La primera, revela el perfil de quien fue inducido a pensarse como un
trabajador que reproduce lo planificado, que no se siente capaz de elaborar
algo nuevo. Esta razonamiento (pero, ¿cómo se hace?) es típico de quien está
sumergido en una práctica, con poco tiempo para la elaboración. La seguida
consideración se refiere al papel de la universidad que forma educadores de la
enseñanza primaria y secundaria sin preguntarse por su papel social, sin
problematizar la práctica pedagógica (incluso de su propia práctica
pedagógica, muchas veces desfasada de todo debate sobre los temas educativos) y
sin crear una espacio fraterno, de búsqueda colectiva, donde la referencia
mayor es el desarrollo de proyectos humanistas.
Pero sin huir de la pregunta del profesor
que, además es pertinente, voy a tratar de desarrollar algunos temas que puedan
ayudar a la programación de prácticas interdisciplinares o a la formulación de
currículos interdisciplinares. ... apenas planteado como un itinerario de discusión,
no como una receta autóctona, que facilita la propia experiencia y la intención
del profesor. Tómense de entrada algunos principios.
- El primero, que la
interdisciplinariedad trata de crear un ambiente de estudio de
significados y
situaciones significativas para el alumno. Si la propuesta interdisciplinar
parte de la noción de que el mundo no está especializado en fenómenos explicados
por una única disciplina, es coherente afirmar que un proyecto interdisciplinar
debe partir de un análisis de la realidad del alumno y de su comunidad.
-Un segundo principio
adoptado es que las áreas de conocimiento poseen una historia. Un proyecto
interdisciplinar no debe hacer política de tierra quemada con esa historia.
Debe dialogar con ella ampliando sus horizontes.
- Un tercer principio se
refiere al espacio, el tiempo, los recursos pedagógicos y la organización escolar.
Estos temas deben, por lógica, ser definidos después de esbozar el plan de
actividades y los temas articuladores que orientan o con los que se va a
dialogar y construir en la escuela. Dependiendo del proyecto, la clase puede
ser un espacio secundario (como en un proyecto de historia oral) o insuficiente
(como en el caso de un proyecto de investigación sobre el medio ambiente en
torno a la escuela). Los recursos pedagógico también deben estar directamente
vinculados al proyecto interdisciplinar. ¿Qué libros voy a adoptar? ¿Cómo
definir la línea teórica del recurso pedagógico? Ya convivimos con muchas
escuelas que poseen una televisión con vídeo en cada clase que están encerrados
en un armario para protegerlos de robo. Cuando son utilizados protagonizan una
sesión de cine. Los alumnos asisten al vídeo sin interrupciones (lo que sería
deseable, ya que el vídeo posee este recurso y la película en la clase es un
recurso que posee un discurso para ser analizado por los alumnos). Todo porque
este recurso no fue pensado a partir de un proyecto pedagógico. Típico de un
mundo donde la técnica parece más importante que la ciencia, donde la información
supera al conocimiento.
- Un cuarto principio es que un proyecto
interdisciplinar precisa preservar el espacio y el papel del colectivo de
educadores en cuanto elaboradores y sujetos de ese proyecto. También es
fundamental que se esboce un programa de formación en servicio donde el
profesor reelabora constantemente su proyecto en un espacio colectivo de
cooperación. Explicitados los principios podemos ponernos manos a la obra.
Sugiero que una posibilidad de elaboración
de un proyecto interdisciplinar se construye a partir de los siguientes pasos:
A) Diagnóstico Socio-Cultural. Donde se
sistematizan las condiciones socioeconómicas de las familias de los alumnos,
la relación del alumno con sus padres y con el mercado de trabajo, su acceso a
los bienes culturales y de socialización (iglesia, bibliotecas, cine y otros),
las características del bienestar social del barrio (seguridad, saneamiento,
salud, cultura, educación y otros). También debe comprender este diagnóstico el
acompañamiento que las familias dispensan a los hijos/alumnos. Esta acción
puede desencadenarse a partir de una investigación cuantitativa (a través de
la aplicación de un cuestionario) o cualitativa (entrevistas en profundidad a
grupos focales), o la articulación de las dos metodologías. Paulo Freire sugería
la formación de "círculos de cultura" donde los educadores hablaban
de su vida y experiencias para construir una "palabra generadora"
desde donde se iniciaba el proceso de alfabetización. Aquí el principio es el
mismo.
B) Competencias y Objetivos Pedagógicos.
Sugiero que se definan las competencias básicas y los objetivos pedagógicos
que se deben perseguir (formación ética, capacidad de interpretación y la
creación de competencias generales por área de conocimiento, sociabilidad y
otros). Esta sugerencia no está carente de discusiones. En los últimos años,
muchos autores critican la adopción de competencias por su carácter
instrumental del saber. Esta es la opinión de Tomas Tadeu y de otros educadores
que piensan que las competencias están directamente vinculadas a los intereses
del mercado de trabajo. Las competencias, con todo, son inherentes a la
formación humana. Sería el momento de citar el concepto de inteligencias
múltiples que sugiere competencias específicas (que se articulan y que están
estimuladas por las experiencias sociales) para varias modalidades de
inteligencia. Creo que la crítica absoluta al concepto de competencias puede
llevar al proyecto pedagógico a una aventura espontaneista o impresionista. Un
camino posible es que cada área o disciplina identifique sus conceptoclave y,
a partir de ellos, desencadenar una búsqueda de competencias
interdisciplinares.
C) Temas articuladores. Como base de las
consideraciones A y B, sugiero uno (o más) temas articuladores que darán
sustentación al desarrollo del proyecto curricular. Se puede adoptar como
referencia un semestre.
D) Planificación de actividades. Cuando se
define un plan de actividades, teniendo como eje los temas articuladores (o el
tema articulador) elegidos con anterioridad. El plan de actividades debe
contemplar estrategias de investigación, problematización, abordajes
temáticos, sistematización, publicitación, desarrollo de áreas sociales
(prácticas concretas) y evaluación.
E)
Organización de tiempos y espacios escolares. La planificación del curriculum
interdisciplinar o transdisciplinar exige una nueva organización de la franja
horaria y una redefinición de la utilización de los equipamientos (clases,
recursos pedagógicos, etc.). En esta etapa se debe repensar la organización del
módulo-aula, las formas de agrupación de alumnos, el núcleo base de profesores
de referencia (módulo de aprendizaje), tiempos colectivos de preparación y la
evaluación de la programación.
Estas etapas
pueden servir de referencia para una reflexión más amplia, que posibilite a los
profesores de una misma escuela o municipio definir Parámetros Curriculares
Interdisciplinares, centrados en la realidad concreta del alumno.
Toda propuesta curricular es un proceso de
construcción de un documento acabado. La propuesta apuntada es un punto de
partida para iniciar este proceso. La Secretaría de Educación de Bello
Horizonte, cuando iniciaba la implantación de los ciclos de formación de la
reforma educativa que denominó Escala Plural, sugirió otro procedimiento de
inicio del proceso de elaboración del curriculum (volviendo a los dos primeros
ciclos de formación que incluyen alumnos de 6 a 8 años y de 9 a 11 años). Para
posibilitar un campo mayor de análisis al lector reproduzco esta propuesta:
En esta propuesta, las competencias
aparecen como instrumentos de formación global de los educandos. Comportan el
desarrollo de un grado de autonomía en su propio proceso de aprendizaje y
construcción de su auto-imagen. De esta manera sigue la orientación definida en
el modelo indicado anteriormente.
El proyecto interdisciplinar, por tanto,
debe ser producto de una profunda interacción entre alumnos, profesores y su
comunidad. ... un producto que nace de la experiencia concreta y de una gran
dosis de generosidad entre los educadores de las diversas disciplinas. Un
esfuerzo que reinaugura el sentido de la palabra profesión hacia la categoría
de profesores: profesar, puede ser todavía, tener fe.