¿Existe
la adicción a Internet?
¿ Es la Red una droga o
simplemente un elemento que trastoca nuestras vidas ? La popularización del
acceso a Internet ha provocado el debate sobre la posible adicción que el
ciudadano puede sufrir hacia un mundo que entra en su casa de forma virtual y
que puede llegar a modificar sus hábitos de vida, de relación social al tiempo
que incrementa el importe de las facturas telefónicas .
El sensacionalismo mediático
parece estar ensañándose con el fenómeno como si de líneas telefónicas eróticas
se tratase . La polémica no ha dejado de crecer, y los expertos no se ponen de
acuerdo en si se puede establecer una relación directa entre Internet y una
adicción a la misma .
¿ Qué hay de realidad y de
mentira en torno al fenómeno ? Ni todo es tan obvio ni son pocos los factores
que se necesitan analizar para definir un fenómeno que existe de forma real .
En teoría, la adicción a Internet no existe . Pero la realidad es que muchos
internautas han visto sus hábitos, costumbres y relaciones sociales modificadas
debido al uso que hacen de Internet en sus casa o en su lugar de trabajo .
Pero, ¿ es eso suficiente para calificarlo como una adicción ? “Al poco de
conectarme a Internet pasé a encontrarme prisionera de mi adicción, con los
ojos pegados a la pantalla del monitor, abandonando Netscape únicamente para
entrar en Eudora en busca de correo electrónico; saltando de página en página
más ágil que una quinceañera; suscribiéndome a grupos de “news” que inundaban
mi buzón con mensajes que nunca tenía tiempo de leer; reuniendo “bookmarks”
cuyos nombres a los pocos días no sabía con qué relacionar; dejando la casa
incomunicada telefónicamente debido a mis constantes conexiones con el módem .
.
Este es el relato que de
sí misma hace Mercè Piqueras en un artículo enviado a la prestigiosa revista
online En . Red . Ando ( www . enredeando .
com ) y puede decirse que es una situación aplicable a lo que se ha dado en
llamar “adicción a Internet”, algo que parece estar de moda en el
sensacionalismo mediático de los últimos tiempos .
Pero, ¿ existe realmente
la adicción a Internet ? Los expertos no coinciden en determinar una situación
como la descrita anteriormente . Biológicamente, una adicción es una reacción
química producida por una sustancia en contacto con el organismo humano . Por
tanto, en ese sentido es imposible que exista una adicción a Internet . Pero
psicológica y psiquiátricamente el panorama cambia . Y ahí es donde se
encuentra el atolladero teórico y donde no hay un acuerdo ni una determinación
al respecto .
Para dejarlo bien claro
desde un principio, la adicción a Internet es tan real como irreal, en función
del prisma desde el que se la observe o analice . Si alguien pretende demostrar
que los hábitos de muchos adolescentes de occidente no están siendo modificados
y sus conductas transformadas debido a su conexión a la Red, estará mintiendo .
Pero de ahí a considerar que el fenómeno pueda ser igualable a la fiebre de los
teléfonos eróticos de los pasados años o a la ludopatía, hay un abismo .
En una reciente
entrevista, el lingüista y ensayista político norteamericano Noam Chomsky
opinaba que el gran peligro de Internet radica en la falta de control que los
padres ejerzan sobre sus hijos y el uso que éstos hagan de Internet . Para
Chomsky la adolescencia es el sector más proclive a modificar su psiquis
creyendo que el mundo real es el que aparece a través de la pantalla, consiguiendo
una percepción del mundo distorsionada y que puede desembocar en patologías muy
variadas . Para la polémica doctora Kimberly Young, de la Universidad de
Pittsburgh, pionera en llenar un web dedicado al fenómeno, el Center for
On-Line Adicction ( www . netaddiction .
com ) , Internet es algo casi tan adictivo como la nicotina, las drogas o
tragaperras .
Muy criticada por sus
propios colegas profesionales por su tendencia al sensacionalismo, Kimberly
Young esgrime sus propios análisis científicos a respecto del fenómeno que
llama “adictivo” . Usando los criterios adoptados científicamente para el
análisis del juego patológico, la doctora Young afirma que los análisis
cruzados entre un grupo de 396 internautas supuestamente “adictos” y en un
grupo de 100 internautas “no adictos” indican un comportamiento
significativamente diferente entre los dos grupos, pudiendo señalar, según la
doctora Young, la existencia de implicaciones de patologías clínicas y sociales
. Los resultados de los estudios de la Dra . Young definen la adicción a
Internet como un deterioro en el control del uso de la red por parte del
sujeto, palpable en la persona a través de aspectos de su comportamiento y de
su conducta en las relaciones humanas fuera de la Red .
Para el profesor A’isha
Ajayi, del Rochester Institute de Nueva York el fenómeno de Internet propicia
hábitos que llevan al individuo a dedicar más tiempo a la tecnología –en este
caso a la Red- que a las relaciones humanas convencionales . Para él, “ese
desplazamiento de la familia hacia las nuevas tecnologías de los medios como
primer agente de sociabilidad puede ser observado desde la llegada de la radio
en los años treinta, la televisión en los años cincuenta y hoy con las redes de
ordenadores .
Conectándose, mucha gente
responde a una sociedad donde las personas están cada vez más aisladas las unas
de las otras” .
Muchos internautas están
dándose cuenta de que algo pasa con sus vidas que ellos no han decidido ni
están controlando de forma consciente y racional . Cientos de ellos cuentan su
experiencia en listas de correo como la del “Internet Adiction Support Group” (
listserv@netcom . com ) o en webs como el del Webaholic Support Group ( www . webaholics . com ) Lo que ya no se
puede negar es el hecho evidente de que Internet modifica los hábitos de las
personas que no ponen su cuidado en que tal hecho no suceda . Pero no por ello
se puede decir que Internet es adictivo .
Viktor Brenner, del
departamento de psicología de la universidad de Búfalo, decidió crear una
encuesta en línea sobre los efectos psicológicos del uso y abuso de Internet
esperando poder entender esa supuesta dependencia ( www . mu .
edu/dept/ccenter/intro_srv . html ) . Un mes después , empezó a sacar
conclusiones . 408 usuarios de Internet de 25 países rellenaron el formulario,
de los cuales 185 respuestas fueron válidas para el análisis .
Aunque el resultado no es
muy fiable estadísticamente, las conclusiones fueron que el navegante medio
tiene 32 años, la mayoría son hombres y pasan 20 horas semanales conectados .
La mitad de los participantes reconocieron que esa ocupación pudo haber sido
nociva para su trabajo o estudios, pero muy pocos ( menos del 10% ) dicen que
les ha llevado a un conflicto con su jefe o profesor .
Entre las conclusiones del
estudio, Brenner destacó que “Si la dependencia de Internet existe, sólo puede
ser una dependencia de orden psicológico comparable a la que sufre el jugador
patológico . De los participantes en la encuesta un pequeño número presenta
hábitos más excesivos, pero no es posible actualmente atribuirles
características específicas” .
En la Universidad de
Michigan, un estudio reflejó que dado el acceso gratuito a la Red que la
universidad da sus los estudiantes, el 18% de ellos pasan una media de 20 horas
semanales en ella y usan predominantemente los canales de chat ( IRC ) . Lo que
no indica ese estudio es si ese tiempo de conexión redunda negativamente en el
rendimiento de los estudiantes ni mucho menos que sus vidas se hayan trastocado
.
La Universidad de
Maryland, ante el fenómeno creó el servicio “Caught in the Net” para ayudar a
los estudiantes en el uso del ordenador . Los profesionales especializados
discutiendo sin ponerse de acuerdo, lo único palpable es la existencia de
internautas que no son capaces de controlar el tiempo y el gasto telefónico que
les supone su conexión a la Red . Los más perjudicados parecen ser los usuarios
adictos de los canales de IRC ( en el IRC hispano hay varios canales bajo el
título de #adicción, #adictos, o #irc-adictos ) , por la razón obvia que todos
confiesan en el sentido de que una vez dentro del IRC, el tiempo estimado de
conexión acaba sobrepasándose o multiplicándose .
El hecho de que Internet
provoque adicción sigue siendo polémico . ¿ Son los hábitos externos de la
persona los que determinan si se “engancha” a la Red o es la Red la que
engancha a las personas ? Todo hace suponer, en espera de resultados
científicos, que lo comprobable hasta el momento es que ciertas personas con
perfiles psicológicos determinados o con carencias de índole variable dentro de
su esfera de relación social pueden estar sustituyendo dichas carencias por
satisfacciones virtuales que son fáciles de conseguir a través de Internet . El
fenómeno está presente, pero tanto la determinación de si Internet provoca
adicción –si llega a comprobarse científicamente- como las posibles e
hipotéticas soluciones, estarían por llegar .
Fran Casal es periodista
especializado en periodismo asistido por ordenador y administrador del área de
Periodismo y Ciencias de la Comunicación de la RedIRIS ( www . rediris . es ) .
Enlaces para seguir el
tema:
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• CyberWidows , creado
para familiares, amigos o esposos de los “adictos” .
Ofrece instrucciones
detalladas de cómo acceder al Internet Addiction Suport Group .
web20 . mindlink .
net/htc/4_1 . html
• McLean Hospital , un web
que proporciona el Addiction Recovery Service .
• Proctor Hospital, una de
las primeras clínicas norteamericanas en ofrecer ayuda
a trastornos psicológicos
derivados del uso de ordenadores .
• Grant Me The Serenity,
un web dedicado a aquellos que buscan soluciones
a sus obsesiones,
adicciones y compulsiones .
www . jpi .
net/Sunflake/RecoveryPage . html
• Women For Sobriety , un
sitio dedicado a la mujer y sus adicciones,
tanto de tipo alcohólico
como cualquier otra .
• Treatment Today, un
servicio del Institute for Addiction Recovery de Illinois,
con interesantes lecturas
y enlaces a ayudas temáticas concretas .
• Center For On-Line
Adicction .
• Una larga lista de
lecturas relativas al uso de ordenadores, al cyberespacio
y a los usuarios .
www . netaddiction .
com/resources/reading . htm
Si quiere hacer consultas
y participar con otros usuarios de Internet puede apuntarse de forma gratuita a
la lista de correo electrónico LSPI ( Lista de Soluciones Globo i ) , de la que
hay más información en www . idg .
es/iworld/lspi