PROFESIONALIZAR  LA  ENSEÑANZA...

                                                                           Dr. JM. Durana.

 

Resumen:

Ante el grave problema de Educación que sufre España y que se va agravando día tras día, no se puede dejar pasar estos eventos e indicar ciertos aspectos graves para la sociedad. Sabemos que los ‘profesores’, que viven de ella, no va a admitir el fracaso de su labor; su vida y su prestigio (¿)dependen de su trabajo, de su salario; o sea, no van a aceptar ninguna crítica. Su autoritarismo no se lo va a permitir. Pero, según mi experiencia y reflexión, hay que hablar de profesionalidad, de la profesión más difícil, de pedagogía, de didáctica.

Términos que han querido soslayar, borrarlos de la educación, porque molestan a los no profesionales.

 

ARTÍCULO

A pesar de que desde hace muchos años se expresa el mismo deseo, profesionalizar la enseñanza, la realidad sigue ahí igual que siempre o con poca variación: a la hora de la verdad, cualquiera puede enseñar, dar clase.

Es la única profesión que admite a cualquiera impartir enseñanza. Yo creo que uno se da cuenta cuando no acierta en sus clases, pero sobre errores fuertes. Y uno va corrigiendo sus fallos, si no es un personaje autoritario; cosa rara porque precisamente cuando no se tiene la preparación debida, en enseñanza, se echa mano del autoritarismo; entonces, algunos  aprenden por tanteo y error, pobres alumnos!!!. Es que podemos seguir la misma mentalidad en otras profesiones…? Yo profesor, puedo montarme en un boing de pasageros, despegar como pueda, y después, durante el viaje, ya aprenderé a pilotar, por tanteo y error…?.

Es posible comprender eso…? Llevar un grupo de alumnos es mucho más difícil que pilotar un avión y sin embargo, ahí admitimos llevar un salón a un no profesional de la enseñanza.

 

Nunca se nos ocurre poner de piloto de un avión de pasajeros a un plomero (fontanero), pero si ponemos o admitimos a un ingeniero a enseñar matemáticas. Después viene la catástrofe humana que todos conocemos y sentimos, la mayoría somos tontos, cortos, inútiles para las matemáticas, y encima echan la culpa al alumno que sigue acomplejado para toda la vida. Y así por generaciones y generaciones; pero estos desastres psicológicos del alumno no cuentan.....

Para el ingeniero, como para el profesorado no preparado, la culpa es del alumno que no estudia, de los padres que no les educan, no les exigen; hablamos de fracaso escolar del alumno, de fracaso social de la familia; nunca decimos fracaso profesional del profesor. Para el pedagogo de matemáticas la culpa sería de él; hay diferencia.

Pero por eso, se niega en España la existencia del pedagogo o del psicólogo, bichos raros en los centros educativos…, cuando es el auténtico profesional de la enseñanza.

 

Pero las estadísticas extranjeras sobre la educación española, sobre calidad de la educación, están ahí, también tercas en sus resultados. Lo que pasa es que los que trabajan en la enseñanza ni las ven, ni les interesan. No es problema de si es enseñanza privada, confesional o pública; es cuestión de desviar el problema. El autoritarismo del profesor no permite dudar de su profesionalidad. Y en esta situación, no hay solución.

 

 

 Primero vamos a aclarar los términos para saber qué entendemos por enseñanza, quizá esté aquí el equívoco; o más bien, ¿es algo económico o político...?.

Toda realidad que esté presente ante una persona le puede enseñar algo: la naturaleza, los animales, las personas, los padres...todos nos pueden enseñar, si tenemos los ojos abiertos; somos modelos buenos o malos, para los demás; y sobre todo se da esta relación educativa de mayores a jóvenes, de padres a hijos, de hermanos mayores a menores...; en este caso, hablamos de la enseñanza natural. Y si nos basamos en esta educación, llegar donde está ahora la humanidad nos costaría los mismos años que ha costado a la humanidad…

 

No se trata de eso en este artículo, sino de la enseñanza técnica. Es la enseñanza técnica, dada en ciertas horas, en determinados edificios o lugares, bajo un programa y método pedagógico concretos, pagada mal o bien, de una u otra forma, a la que nos referimos aquí. Es una profesión,-pensamos- muy difícil. Y esta profesión, este trabajo ¿está realizado por un técnico, por un profesional de la enseñanza,...?. No sé si saben que existen unos estudios universitarios en Ciencias de la Educación que dan diplomas de profesionales en educación, para ese trabajo. ¿Por qué vienen de otras profesiones a enseñar, quién les  admite… qué padres pueden dejar a sus hijos en sus manos…?

Quizá sea la confusión entre ambas enseñanzas lo que permite la intromisión en el campo de la enseñanza técnica de personas que sin preparación, creen que pueden hacerlo.

Además, también confunden dos temas muy diferentes: saber un aspecto de la realidad (matemáticas, física, lenguaje, gramática inglesa….) con saber enseñar esa realidad. Se da otro verbo además de saber; enseñar es diferente de saber y enseñar es algo muy difícil. Entonces se da que uno que sabe matemáticas se pone a enseñar matemáticas, y aquí está el error. A que le sonará a ese ingeniero, si discutimos de modelos pedagógicos conductista o constructivista, por ejemplo…?

 

Vamos a empezar desde el exterior, aportando datos de cómo ven y reflexionan este tema en otras naciones.

Existen universidades, sobre todo en América, que pueden darnos la respuesta a este  problema. Ellas preparan a estos profesionales de la enseñanza técnica. ¿Por qué estas universidades tendrán los estudios de Pedagogía de Matemática Superior, Pedagogía del Inglés... teniendo a la vez los estudios de Ingeniería o de lingüística en Inglés…?

Si existen intereses de tipo económico (es mi sueldo), religioso (mis clases de religión) o político, por ejemplo, podemos dar respuestas interesadas; no somos objetivos. Pero hay que pensar en el alumno, porque  él sí nota y aprecia la diferencia de un profesional respecto a un no profesional.

 

Un pequeño recorrido por Internet buscando las universidades latinoamericanas, nos dan algunos ejemplos reveladores. Ver por ejemplo la universidad de la Frontera, Sur de Chile, www.ufro.cl: Pedagogía en Matemáticas, Pedag. en Castellano....                Ver la Univ. de Temuco, Chile, www.uct.cl/facultades/educacion.php, tenemos Pedagogía en Inglés, Pedag. Media en Matemáticas y otras...

Pasamos a universidades de Argentina, la Univ. Nacional Mar de Plata, www.mdp.edu.ar/humanidades/carreras.htm, se llama Profesor Superior de Inglés, profesor, no un lingüista.

En la Univ. Nacional de Rosario, www.unr.edu.ar/carreras.htm, distinguen entre licenciado en Economía y Profesor en Economía, entre Licenciado en Matemáticas y Profesor en Matemática, entre Psicólogo y Profesor en Psicología...

 

En Brasil, encontramos la Pontificia Univ.Católica de Rio,                                    www.puc-rio.br/ensinopesq/ccg/pedagogia.html, donde tenemos Complementacao Pedagógica-Inglés.

En toda América existe esa distinción institucional entre Profesor en Matemáticas y Licenciado en Matemáticas y más lejano aún ingeniero, entre Lingüista inglés y profesor de inglés... Y así en toda América hispana.

En España, el magisterio preparaba[1] en la universidad (tres años de pedagogía) maestros-profesores para la Enseñanza Primaria, especialistas en idiomas, en matemáticas, en sociales, en lenguaje, educación especial, educación física. La Primaria funciona bien, si la comparamos con la Secundaria o la Universidad.

Porque a este nivel secundario o universitario, no existe la preocupación por la pedagogía ni la didáctica. Licenciados en matemáticas, ingenieros, físicos nucleares....todos pueden entrar al concurso para una plaza en la Enseñanza Secundaria (ESO) o en la universidad; el jurado está constituido por colegas o pares que tienen ya su plaza; por supuesto, no son pedagogos. Mejor no hablar de los CAP. En la enseñanza privada, no se pasa ningún concurso; sí se requiere una licenciatura, pero no de pedagogía. Quizá sea España y México, donde no se vea clara tal distinción, al menos en Secundaria y Universidad.

Y a nivel universitario, la mayoría de los profesores no saben lo que es pedagogía.

 

 Por otro lado, también sabemos que la enseñanza es un campo muy ‘deseado, apetecido’ por los políticos. Partiendo de la confusión de que el dinero que administran, es suyo, y que graciosamente lo van a ‘donar’ a la enseñanza,  podemos tener una puerta abierta, tras ellos,  hacia la confusión y después al intrusismo. O sea, es verdad que es la comunidad, la polis, la que tiene la misión de educar; pero no es verdad que de la semántica de esta palabra proceda la nuestra de político. (La comunidad debe reglamentar qué tipo de profesionales quiere tener para la enseñanza de sus hijos, adolescentes, universitarios...)

Como todos sabemos, el político griego, no es el nuestro. Este va a entrometerse en la educación, para dominar a través de ella, la futura sociedad. A veces, hasta tiene su puesto en la educación después del ejercicio político. Quizá estos aspectos sirvan de ejemplo para que cualquiera, no sólo el político, se ‘meta’, como intruso, en dicho campo profesional.

 

En general muchos consideran la enseñanza como una segunda posibilidad, en el caso de que su carrera o formación no le permita trabajar en la primera. Y los que vienen a la enseñanza con esa mentalidad, sin luchar por abrirse un lugar en su profesión, ¿van a ‘batirse’ por una enseñanza de calidad, por llevar la clase lo mejor posible, por estar al día en su materia de enseñanza, en pedagogía..., siendo la enseñanza más difícil que su propia profesión oficial?

Y así como para la realización de otros oficios, es exigencia imprescindible la formación en la profesión, en este de la enseñanza, -el más importante en toda la sociedad-, entra todo el mundo, sin preparación. ¡!Qué gran error y confusión se da aquí...!!

 

Como resultado de esta falta de profesionalidad en los docentes tenemos los resultados que tenemos, no sólo en eficiencia terminal, sino en términos medios, en el día a día…Enseñanza de mala calidad, el acoso agresivo entre compañeros, la agresividad del alumno contra profesores, la falta de respeto en las aulas, los suspensos (reprobados) y el fracaso escolar, idiomas que no se llegan a hablar después de diez años o más, deserción escolar, delincuencia…. Todo es culpa del alumno o de los padres.

La sensación de fracaso en la enseñanza, sobre todo a nivel de Secundaria y Universidad, ya es manifiesta y notorio (ver estadísticas internacionales); y ya la tan consabida característica de la nación de no ser responsable, de no examinar ni evaluar la calidad, de no enfrentar el problema, de dejar pasar las situaciones escolares deficientes, no se debería  sostener por más tiempo, por mucho que hagan en dirección contraria sindicatos y particulares, que viven tranquilamente en esta situación y de ella.

En este tema como en otros, existe una estrecha relación entre el problema y la administración, los partidos políticos y sindicatos; el problema y nuestro sistema de funcionariado, (mejor disfuncionariado), el problema y nuestras características de país.

Gritan en las manifestaciones: ¡Defensa de la Enseñanza Pública¡ Si fuese la mejor, la de más calidad, ¿qué padre no llevaría sus hijos a ella..? O ¿es que piensan que ellos los que se dicen ‘profesionales’ sí saben lo que es enseñanza y los padres y la sociedad no..o tampoco las encuestas de la OCDE, The Times y demás…, saben lo que dicen?, o ¿que los padres deben responder al deber de promocionar la enseñanza pública, mientras ellos tienen el derecho de tirarla..?

 

1. Según mi reflexión, la grave crisis de la enseñanza en Secundaria y Universidad proviene de que no son profesionales de la enseñanza la gran mayoría de los –profesores- que enseñan en los centros. Y no hablo de –vocación- para este trabajo tan especial, sino de preparación y formación para desarrollar tan difícil profesión.

 

Los alumnos de hoy exigen directamente al profesor, todos los días que muestre su capacidad de enseñar; y no de reprobar o suspender, porque a estas alturas del siglo XXI, al alumno le da igual reprobar o no, y le da igual el autoritarismo; no lo acepta; en general, el ‘profesor’ se ha quedado sin armas (el autoritarismo) para hacer su trabajo, para obligar simplemente que le escuchen....Auguramos a ese profesor una enfermedad psicológica bastante fuerte; vean las estadísticas de bajas en el trabajo por enfermedad psicológica entre los profesores, las oficiales y las reales….

 

El principio de autoritarismo que regía la relación profesor-alumno ha dejado de existir, porque no era ni natural, ni buena relación para enseñar/aprender, mucho menos para educar o formar, y también porque en la sociedad hemos pasado del autoritarismo a la democracia, al menos formal, externa, y por lo tanto tampoco se puede sostener dicho principio en las aulas.

¿Qué armas tiene entonces el profesor para llevar un grupo de alumnos en clase..?

Un profesional tiene toda una formación en Psicología social y de grupos, tiene dominio de la dinámica del grupo,  de las técnicas de diálogo, entre personas, de técnicas para influir sobre la dinámica del grupo; el enfrentamiento es un momento fuerte para educar, no para amenazar o para reprobar...Tiene una formación pedagógica-didáctica de su materia: matemática educativa, reza el curriculum de una Universidad de México, y no matemáticas.  Posee ideas claras sobre cómo aprenden/enseñan los alumnos, modelos pedagógicos (conductismo-constructivismo), grupo cooperativo de enseñanza/aprendizaje, sobre evaluación (autoevaluación-heteroevaluación)...

Por el contrario, la evaluación material, la reprobación o aprobación ha sido empleada como arma para hacer estudiar a los alumnos, para castigarlos o para meter miedo. La falta de didáctica de las materias en el profesor intruso no permite la enseñanza/aprendizaje. De la suma de todos estos aspectos se originaba un temos, mejor que respeto y una obediencia autoritaria..., cuando se podía...Pero ahora, cambiadas algunas circunstancias sociales y familiares..., más bien sale el descontrol y la falta de respeto en el aula, por no hablar del insulto y de las amenazas. No hay autoridad en clase, dicen…Mejor sería empezar por el respeto interno a cada persona del salón y no se llegaría a crear ese ambiente de violencia.

  

Existen países, más de los que hemos visto anteriormente en una rápida ojeada por Internet, donde sólo el profesional de la enseñanza, el pedagogo (carrera de pedagogía (mínimo cuatro años) con una especialidad en una rama de la enseñanza: física, matemáticas, filología, o idiomas...), puede trabajar en la  enseñanza. Existen curriculums universitarios, como hemos visto arriba, donde aparecen materias como Matemática educativa, Didáctica del Inglés, etc.... ¿Es que las matemáticas son diferentes..?, no; son diferentes los objetivos a los que van las aplicaciones de las matemáticas y sobre todo, la pedagogía y didáctica que además de las matemáticas tiene que aprender y mostrar en el aula. En la enseñanza hay una metodología, con distintos tipos de aprendizaje (imitación, conductista, cognitivista o constructivista); una historia de la metodología o sea formas distintas de explicarla (Didáctica). Técnicas de dinámica de grupos. Unas teorías de evaluación…y numerosas disciplinas más que componen la carrera de un pedagogo.

En la matemática de un ingeniero no existe nada de eso.

A un ingeniero de la NASA, con saber resolver los problemas a nivel personal, le basta; pero a un profesor le hará falta sobre todo saber cómo explicar las matemáticas para que la entiendan todos sus alumnos, sabiendo que cada uno es diferente en su aprendizaje/enseñanza.

En muchas ocasiones, en muchas discusiones esto no se admite aún a nivel teórico.

Todas las profesiones tienen una estrategia de formación, un currículo de saberes, habilidades y valores para llegar a un diploma que certifique su preparación para una profesión. ¿Por qué no se sigue la misma estrategia formativa de profesionales de la enseñanza, sobre todo para la Secundaria y para la Universidad...?.

Desde luego se nota la diferencia: cómo lleva el/la profesional la clase y cómo la lleva un licenciado en Secundaria, en la Universidad. De estar entre los alumnos, haciendo la clase dinámica, a dar una clase de transmisión de conocimientos, magistral y autoritaria, hay un abismo, la que hay entre un pedagogo y un químico o un lingüísta.

 

 

3. Dentro de un planteamiento profesional de la enseñanza, las personas que quieran acceder a dicha profesión deberán prepararse en este campo, en el de la enseñanza , o sea en la pedagogía, en la pedagogía de una especialidad. Pero  además será la única que tiene su grado de licencia para enseñar, la única que trata directamente con personas y para eso se da una formación específica y al final de ella el permiso, la licencia de enseñar; y no, saber tratar la materia, la química, la física o el lenguaje. Todos aceptamos que en el diploma de un ingeniero, se escriba –ingeniero-, ¿por qué no aceptamos que se ponga filólogo o filósofo o teólogo a secas..? , y no licenciado en filología; ¿qué tienen estos estudios de más, con respecto al hecho de enseñar que no tengan los de ingeniería..?. Nada.

Conozco países con interés en la enseñanza, donde existe la preparación de la que hablo en este artículo y donde ya se da esta terminología en los diplomas.

O sea que el físico trabajará en una empresa o en investigación; el filólogo escribirá, corregirá textos (son muy necesarios en las TV y estaciones de radio, antes de los telediarios), publicará  libros, dará conferencias, pero ninguno está preparado para enseñar.

Sólo el pedagogo de la física o de la matemática es un profesional de la enseñanza. Una cosa es saber matemáticas o lengua y otra muy distinta saber enseñar estas materias, y no hablemos de los idiomas, algo totalmente diferente de las demás materias del curriculum escolar; por la razón sencilla de que todas las materias se dan en la lengua materna, se trata de hacer ver la materia, la física, la gramática; pero no así en  los idiomas modernos, ¡claro!, en el caso de que el objetivo sea aprender a hablar otro idioma-, o sea cambiar de estructuras en las que se da el pensamiento , y además se deberían dar en su respectivo idioma de aprendizaje. (Existen centros donde solo los nativos y profesores de idiomas pueden dar su idioma...!).

Un ejemplo puede aclararnos el asunto. Un matemático muy bueno, tendrá futuro en la empresa, pero si le ponen a dar clase, por muy buen comunicador que sea, será un fracaso (no sólo por aspectos externos: disciplina, programación, evaluación...), sino por uno interno, no ser pedagogo de las matemáticas. Es decir: el matemático irá a  clase  y explicará la raíz cuadrada como a él se la explicaron, comprendió muy bien la raíz cuadrada y lo transmite a sus alumnos.

Da la casualidad que algunos hemos hecho el bachillerato en otro sistema (francés) y nos han explicado la raíz cuadrada, su desarrollo, de otra forma; el resultado en matemáticas, por supuesto, es el mismo, pero el camino, el método, la explicación es diferente.

Bien, en España hemos sacado la conclusión de que el alumno que no tiene la misma forma de estructurar las ideas, las relaciones matemáticas, el que no tiene la misma comprensión de las palabras y frases, de los dibujos que hace el matemático, es un negado para las matemáticas. Yo diría que el negado es el profesor, o sea el matemático que se ha metido a profesor, a enseñante, cuando no tiene la preparación adecuada para la enseñanza de la matemática. Cualquier pedagogo en matemáticas sabe que existen dos o tres formas, caminos, métodos al menos en Occidente, para explicar todos los aspectos de la matemática; debe saber cómo se explican en otros sistemas educativos, en otros idiomas, como se ha explicado a lo largo de la historia (Todo un curriculum sobre matemática educativa, su didáctica)..... Si tomo el primer camino o método de explicar la raíz cuadrada (digamos a la española), seguro que me comprenden un 40 % de la clase, todos los demás no son nulos como nos han hecho creer; no tienen la misma onda, forma de pensar, de estructurar, comprensión de vocabulario, frases, dibujos... que el profesor (Y estamos de lleno en la explicación constructivista). Si ese profesor fuese un pedagogo, sabría, por su estudio de la historia de la pedagogía, de la didáctica de la matemática, existen otras formas de explicar la raíz cuadrada. Si explica la lección de una segunda forma o método (digamos a la francesa), seguro que existe otro 40 % de la clase que lo entiende; y si hubiese una tercera forma (el mundo anglosajón tiene otra), faltarían alumnos para que todos entendiesen perfectamente la raíz cuadrada y no sacar la otra conclusión, de que todos los alumnos son tontos! (complejo que han introducido los matemáticos de la enseñanza Secundaria, desde hace décadas). Pero este personaje es un didacta de la matemática, no un matemático.

 

4.Saber enseñar un tema es muy distinto de saber el tema, repito, por muy buen comunicador que uno sea. A lo largo de la historia, los profesionales de la pedagogía han ido estudiando cómo presentar de diferentes formas el tema, para su mejor comprensión. (¿No hay tesis doctorales sobre las formas de presentar y enseñar la raíz cuadrada, no hay discusiones, comprobaciones experimentales en las escuelas de prácticas..?. En España como en México, tenemos pocas; no somos dados a la investigación aplicada. Pero en otros países sí y mucho). Han ido estudiando cómo aprende el alumno (psicología/pedagogía), cuándo, por qué aprende; han ido estudiando aspectos externos: la disciplina, la motivación del grupo, la evaluación. Han ido programando de distintas formas con la idea de conseguir la mejor programación y el mejor rendimiento, han experimentado las diversas formas de evaluación... O sea, tenemos aquí el curriculum de unos estudios en pedagogía de las matemáticas.

 

Claro que en España existen las editoriales que hacen toda (?) esa labor, o casi...

Pero ellas no dan la clase...(Otro grave problema y no solo monetario, para la enseñanza española). ¿Por qué existe esta presencia tan abrumadora de las editoriales en la enseñanza..? Si comparamos el empleo de nuestros libros de clase con los de la enseñanza de otros países...y además más ricos que el nuestro, nos llevaríamos alguna sorpresa, pues deberíamos saber que esos libros pasan de un alumno al otro, en el siguiente año...en países mucho más ricos (Conozco el caso de la enseñanza suiza).

 

¿Cuál es el motivo de esta presencia y de este marketing tan agresivo de editoriales en la enseñanza española...? Algunas editoriales hasta tienen buena metodología y una buena selección de contenidos!!!!; con un equipo de buenos profesionales en la enseñanza venden millones de libros...

La respuesta la pueden dar estas preguntas. ¿es que el ‘profesor’ (que no profesional de la enseñanza) de secundaria y universidad tiene la capacidad de crear una metodología propia de la materia, un modelo pedagógico, un programa de contenidos, un estilo de crear el grupo de alumnos y de conducirlo, de llevar la clase, tiene preparación para producir unas actividades escolares y paraescolares, para crear y organizar una evaluación continuada del alumno en su materia...?

Es más fácil comprar el libro donde tengo todo hecho y seguirlo al pie de la letra en la clase. Otra cosa distinta es cómo interpretan ese texto, cómo lo relacionan directamente con el grupo de alumnos que tienen en frente, cómo lo llevan a la práctica diaria; porque… no son profesionales de la enseñanza; entonces, qué entienden del libro de texto y su metodología...Porque un pedagogo de matemáticas, lo aplicaría bastante correctamente, lo corregiría, lo cambiaría y al final haría su propio texto...y tendríamos el avance que ha aportado este profesor de matemáticas a la pedagogía de la matemática.

Pero en nuestro sistema, nadie tiene experiencia propia en la enseñanza, nadie investiga, nadie crea; todo se lo dan hecho,…pero a muchos kilómetros de la clase, del alumno y del profesor, de su forma de pensar y ser, de su contexto, proveniente de un equipo que no tiene contacto directo con la clase, totalmente descontextualizado...

A mí me gusta más la ACCION – INVESTIGACIÓN DE CADA PROFESOR Y DE CADA CENTRO. Pero para eso hay que tener personas cualificadas en la enseñanza y que quieran trabajar....Y aquí tocamos otra vez el punto de la profesionalidad y de los funcionarios...

Es toda una aptitud y actitud que se crea en el profesional de la enseñanza de la matemática que no solo da matemáticas, en todas las formas posibles, sino que suscita interés, domina el grupo, que sabe estar en el grupo, que es justo en su evaluación, que permite que le evalúen (porque así aprende él también a dar clase, somos siempre aprendices de maestros), que educa personas (porque siempre que estemos delante educamos o deseducamos); un ambiente pedagógico el que se crea en el enseñante que va a hacer  que seamos conscientes de que estamos formando unas pequeñas personas, que estemos atentos a todos los cambios de sus alumnos, de la sociedad, estamos en un contexto(constructivismo social) porque su trabajo es el trato con personas que van cambiando, porque van construyendo y estructurando los conocimientos, porque van progresando y madurando.  Y para eso se necesita una Licencia  o permiso para enseñar matemáticas o aprender a hablar un idioma no nativo.

En realidad es la profesión más difícil (no se trata de manejar un avión, sino un grupo de personas humanas, durante muchas horas).

Cuando en unos países tienen una universidad pedagógica nacional  pletórica, para todos los profesionales de la enseñanza, en otros se da alguna facultad de pedagogía que no se sabe para qué sirve. Porque las personas que van a enseñar física o idiomas están en otras facultades, no en la de pedagogía. (Mejor no hablar del CAP!). ¿Para qué sirve, entonces la facultad de pedagogía...? Claro, después existen numerosos cursos de pedagogía, reuniones de programación, reuniones en los colegios,... para qué...? Cuando existe la enfermedad, los paños calientes... sobran. Una buena formación pedagógica en una especialidad, eliminaría muchos cursillos, muchos paños calientes...

No es de extrañar que ahora muchos ‘profesores’, se pregunten por su profesión, totalmente deprimidos, y quieran abandonarla, sin hablar del absentismo, a veces de meses y años, algo que solo se puede dar en la administración pública.

 

Como hemos dicho arriba, hasta ahora todo se tapaba con el autoritarismo; no se movía un alumno en clase, porque se le suspendía (Una aberración pedagógica: confundir indisciplina con conocimientos  y desarrollo intelectual..; a veces estos indisciplinados eran y son superdotados..). Las Apas (Asociación de padres) tenían un representante en el consejo escolar, el cual normalmente se tenía que callar; hasta que hemos llegado a la situación actual; ahora se pide el apoyo de los padres para poder llevar la clase o se les echa la culpa del desastre.

 

 

5. Normalmente el –profesor- piensa que lo que él da en clase, lo recibe exactamente el alumno, tal como él lo da: juicio erróneo y difícil de quitar, sobre todo en los 'intrusos' de la enseñanza. Después exige en el examen unos conocimientos tal como los ha dado él (repetición, reproducción…). Desde luego, dado el nivel de preparación pedagógica, no vamos a hablar de conductismo o constructivismo con este supuesto kprofesor...

Hay que saber que el proceso que realiza el alumno -aprendizaje- es muy diferente del proceso de enseñar, que realiza el profesor, y que son dos cabezas con formas distintas de construir y estructurar ideas, con comprensión distinta de lo que se dice....etc,etc....

De aquí, de la aceptación o no de estos dos procesos, se derivan muchos principios  e ideas (verdaderas-falsas), según se admita, sobre todo, el proceso de aprendizaje o no, ideas que se oyen en los centros de enseñanza. Mejor sería meterse en el construtivismo y hablar de construcción de conocimiento y no de transmisión de conocimiento, porque no podemos competir con las nuevas tecnologías (Internet) para recoger información, mejor expuesta y más completa que la que puede transmitir cualquier profesor. Mejor sería aprender/enseñar valores y actitudes, que no o que no solo  conocimientos. Con una buena actitud por investigar, por sacar los conocimientos por mi cuenta, no haría falta memorizar conocimientos; sé donde están y la facilidad por tenerlos siempre presentes….

 

 

El autoritarismo propio de la profesión de enseñante, que proporciona el hecho de que el profesor sabe y el alumno no, no permite darse cuenta de este error. Muchos profesores continuarán con esa idea toda su vida. ‘Dudar’ sobre lo que recogen, lo que entienden los alumnos de la explicación del profesor, no es propio del oficio de profesor. Hay que buscar una formación pedagógica y psicológica en el profesor, para aceptar dicha dualidad en el proceso de la enseñanza y para aceptar la evaluación sobre el profesor.

 

6. El caso de los filólogos dando idiomas, es un caso de intrusismo claro, típico en esta enseñanza: No tienen ninguna preparación para la enseñanza en general; además, uno se pregunta, ¿por qué dan clase a personas que quieren hablar otro idioma (hablar...?), una especialidad muy concreta de la psicología/pedagogía, la didáctica para hablar idiomas. Yo pensaba que  el objeto de los estudios de filología eran la gramática en todas sus facetas, fonética, semántica.... y la literatura, estilo, historia, movimientos…Si el objetivo del aprendizaje de la clase de idiomas es hablar el otro idioma, o sea de cambiar las estructuras de pensamiento nativas y colocar otras del idioma que se intenta aprender, este proceso es objeto de la psicología y su aprendizaje de la pedagogía y didáctica del idioma. Más, cuando sabemos que nadie habla con la gramática, ni en su propio idioma; que la reflexión gramatical dificulta la acción de hablar, porque hablamos refléjamente no reflexivamente, que la gramática es una reflexión a posteriori del hecho de hablar y no a priori, como hacen las/os lingüistas/filólogas/os,  que nuestras madres no eran licenciadas en filología /lingüística, pero sí unas estupendas pedagogas del idioma, qué es  lo que queda del curriculum de lingüística que pueda entrar en la clase de idiomas para hablar...? NADA.

 

Han confundido el sg. XIX donde saber idiomas era  traducir y leer,  y para eso si se necesita la gramática; lo han confundido con el sg. XXI. Así hizo nuestro Unamuno con el danés, llegar a leer libros, nunca hablar, (se parecen, pero han confundido el orden de los números..). En el sg. XXI, hay que hablar y entender un idioma y después escribirlo en tiempo real, sin gramática ni diccionario.

 

Para colmo, este aprendizaje es bastante diferente de los otros. El proceso de cambio y de aprendizaje del segundo idioma se realiza en el nuevo idioma, dentro de un grupo de personas que quieren comunicarse en ese idioma, con su dinámica, sus intereses.

Si matamos el deseo de comunicarse con la gramática, para qué seguimos el curso...; si no dominamos la dinámica del grupo, cómo vamos a enseñar...; si no sabemos evaluar la progresión del aprendizaje, cómo vamos a saber qué y cómo aprenden... La didáctica especial del aprendizaje de un  idioma no nativo trata de crear y seguir métodos que ayuden a cambiar esas estructuras y construir nuevas para llegar a hablar ese idioma no nativo.

 

Si los soldados americanos en la Segunda Guerra Mundial, los que estaban al otro lado de las trincheras, hubieran tenido que pasar ocho o diez años para aprender el idioma del enemigo, la guerra hubiera durado muchos años. Cito al Ejército americano porque en torno a él se dieron numerosos métodos de aprendizaje de idiomas (para hablar...) y la historia de la metodología de idiomas nos muestra los numerosos métodos de aprendizaje de idiomas que deberían conocer los que se dedican a la enseñanza de idiomas. Dicha materia no se ve en Lingüística/Filología, tampoco se hace unidades didácticas: ¿qué método emplean para la enseñanza de los idiomas...? Ninguno, se toma el primer texto y se explica gramática del idioma.

 

7. Eso es intrusismo[2]. Y ese intrusismo hace que tengamos que estar más de diez años antes de la Universidad aprendiendo inglés, (saber es otra cosa....?). Que hagan cinco años de filología inglesa y me las encuentre  (la mayoría de las filólogos son mujeres; y éstas pocas tenían interés y dinero) en Bristol aprendiendo inglés, o haciendo años de Spanish Lecturer aprendiendo a hablar inglés, para presentarse a las oposiciones (porque si no se habla un idioma, no se sabe), o tengan que ir a cursos y campamentos de verano, o a academias por la tarde (a Wall Street, Opening....), pagando por la mañana la enseñanza de Inglés…?.

 

Pero todo eso cuesta mucho dinero y tiempo; entonces, ¿quién puede acceder a ‘esta’ enseñanza..?. A la de idiomas... solo los que tienen dinero para ello, y, atención, es muy cara,  existe todo un negocio millonario alrededor de ello. La pregunta en contabilidad familiar es muy fácil de concretarla: ¿qué debemos pagar y a quién debemos pagar el aprendizaje, llegar a hablar otro idioma..? Está claro que nadie quiere pagar dos veces por el mismo aprendizaje y muchos, por otro lado, no pueden. Pero, al faltar todo sistema de evaluación del trabajo y rendimiento, -cosa que nunca lo admitirá ni permitirá el funcionario-, seguirá el sistema de aprendizaje de idiomas y de toda la enseñanza en general como hasta ahora, hasta que reviente o explote este sistema de enseñanza, o hasta que los padres, totalmente desunidos, digan basta y no quieran seguir pagando más. (El gobierno español intenta hacer algo en esta dirección, -la ley de calidad, la LOE y muchas más- no aplicable en el funcionariado, pero...esperemos... para ver los resultados).

En resumen, no se enseña a hablar un idioma. Más bien quitan, en los alumnos,  el gusto por la comunicación: la machaconería en la gramática  no permite hablar (pero si al filólogo le quitas la gramática, que va a hacer en clase....). Matemáticas e idiomas, dos ejemplos de lo que se hace y no debe hacerse. Esto es lo que estamos haciendo en nuestra enseñanza, por no tener profesionales de la enseñanza, y de aquí el origen de este desastre.

 

8. ¿Por qué se ha llegado y se mantiene esta situación..?

Porque los pedagogos hemos dejado que profesionales de otras ramas se apoderen de nuestro espacio propio... Porque los de afuera han investigado desde el despacho(¿?) sobre nuestro campo de la pedagogía, sin ruborizarse...

En opinión personal, hoy en día hay que admitir la concepción de que la Didáctica es una disciplina científica, con todo el rigor y el status que los análisis epistemológicos exigen. Y que la investigación y el desarrollo de métodos los tenemos que hacer nosotros, los pedagogos y didactas y no profesionales de otras ramas y actividades humanas.

 

 

JM. Durana,

Licenciado en Filosofía, Filología y Teología. Doctor en Pedagogía.

Profesor Internacional en Colombia, Suiza y México, además de en España.

         Delante de grupo desde la Primaria hasta el posgrado.

 

Ó Derechos de Autor: JM Durana  duranajm@hotmail.com



[1]  Gracias a la Unión Europea, España se va a poner al día en este tema de preparación pedagógica para los que van a ser profesionales de la enseñanza. Maestría. BOE 25 de Enero 2005.

[2] Esta situación de ocupar profesiones que no es la suya, para la cual no se está preparado, es normal dentro de ciertas sociedades no organizadas, donde cada uno hace lo que puede, como puede, y donde puede, con tal de sacarse su modus vivendi. Y por lo tanto, en lugar de profesionalidad, tenemos el intrusismo, y, como consecuencia del mismo, la chapuza y la chapuza institucionalizada. Cuántos hay en este país que estén en su sitio de trabajo...!. Estamos acostumbrados a esta realidad, por lo tanto no extraña.