Comunicación
e interacción en los grupos virtuales de enseñanza-aprendizaje
Jorge Eduardo Padula Perkins *
Las nuevas tecnologías han dado lugar a, por lo menos, tres formas de uso
generalizado de interacción grupal: las listas de distribución de e-mails, el
chat y los foros. No menos importantes, pero si en mucho menor medida
difundidas, son otras formas más completas como la videoconferencia, que
incluyen imágenes y sonido en tiempo real.
Tales mecanismos resultan
novedosos en el marco de las formas de interacción humana en general y de las
vinculadas a la educación en particular. Pero es en la educación a distancia en
donde han producido mayores réditos operacionales y generado más debates
conceptuales.
Recordemos que listas de distribución de e-mail son relaciones de direcciones
de correo electrónico cuyos titulares reciben en forma simultánea los mensajes
que cualquiera de ellos remitan al administrador como así los que, por razones
operativas o de orden, éste último disponga. El modo de ingreso suele requerir
algunos datos personales y el seguimiento de varios pasos preestablecidos de
carácter técnico.
Las sesiones de chat son
diálogos escritos en tiempo real, generalmente basados en mensajes breves que
van apareciendo en pantalla cada vez que, finalizada su escritura, el operador
ejecuta la sencilla operación de aceptación mediante una simple tecla. Pueden
participar varios interlocutores en forma simultánea, de manera activa
(escribiendo mensajes) o pasiva (leyendo los que otros escriben, en "silencio").
De considerarlo conveniente dos usuarios pueden pasar a un nivel de diálogo
privado. El ingreso suele ser directo, con utilización de sobrenombre,
seudónimo o "nick name".
Los foros ofrecen una mezcla de las dos formas antes citadas de comunicación en
línea o virtual. Se trata de "ventanas" o cuadros de diálogo en los
que se insertan mensajes clasificados temáticamente. Un foro se corresponde con
un tema o subtema y en él se suceden los mensajes en los cuales los
participantes que hacen sus aportes a la cuestión, aclaran, refutan, plantean,
asienten o disienten. En la práctica funciona con la misma capacidad de
contenidos y similar calidad socializadora de éstos que las listas de
distribución de e-mail y con la posibilidad de que la interacción se produzca
casi en tiempo real como en el chat si los usuarios están en idéntico momento
cada uno frente a su computadora. En la mayoría de los casos, tras un registro
previo, se utiliza un nombre de usuario y una clave de acceso para ingresar al
sitio,
Por las características precitadas es que, a los fines de esta reflexión,
tomaremos a los foros como modelo de las nuevas comunicaciones. Resulta
interesante ver de qué manera en se reproducen en ellos las características de
los encuentros presenciales.
Más aún, el funcionamiento típico de los grupos sociales respecto del cual
existen un amplio corpus teórico tiene su parangón en los status y los roles
que se generan y operan en tales foros.
Básicamente el foro es un
espacio interactivo del que disponen muchos a través de sus web educativas (o
no).
Incluidos en una
plataforma educativa suelen constituir un espacio optativo u obligatorio en
donde se promueven instancias pedagógicas de interacción para la construcción
colectiva del conocimiento.
Los temas suelen estar presentados por los coordinadores o tutores de la
institución educativa. Esa misma coordinación es responsables por lo general de
que los contenidos no degeneren, es decir, actúa como moderador.
Si el registro inicial ha sido suficientemente riguroso, las intervenciones
pueden ser controladas sabiendo a ciencia cierta quien está detrás de cada
participación.
Si bien se trata fundamentalmente de una comunicación-interacción asincrónica,
la inmediatez con que se publican los mensajes permite que las personas que
operan a un mismo tiempo puedan sostener un diálogo con escaso tiempo de espera
de respuesta.
Encontramos en la
clasificación de Anzieu (1971) una tipología de grupo asimilable al
funcionamiento de los foros, en especial en el marco de una plataforma
educativa: el agrupamiento. Para este autor se trata del caso de personas que
"se reúnen en número pequeño, mediano o elevado...con una frecuencia de
reuniones más o menos grande, con una relativa permanencia de los objetivos en
el intervalo de las reuniones".
En efecto, la reunión virtual de personas en torno de un foro con fines
educativos tiene una frecuencia considerable e implica una permanencia de los
objetivos (de enseñanza-aprendizaje) más allá del momento de la interacción.
Las concordancias aumentan si se sigue el pensamiento de Anzieu cuando afirma
que "los objetivos del agrupamiento responden a un interés común de los
miembros" (aprender), aunque en la mayoría "no se efectúa activamente
la asunción de ese interés" sino que se remiten "a sus
representantes, a sus dirigentes, incluso a los acontecimientos", esto es,
la tendencia del estudiante a esperar instrucciones precisas de los docentes
intervinientes, o de alumnos con características de liderazgo natural porque no
se atreven a ser protagonistas proactivos de su propia capacitación.
Para finalizar con su clasificación, el autor advierte (y también se percibe en
la actividad en los foros), que "fuera de la realización de los objetivos
que surgen de este interés, los miembros no tienen relaciones ni
contactos" (Anzieu, 1971).
Ahora bien, para que el grupo funcione como tal, deben existir mecanismos de
comunicación de base común. Newcomb (1981) sostiene que "las personas
pueden interactuar aunque carezcan de un cuerpo común de normas, pero no pueden
comunicarse en el sentido de compartir significados a través de su
interacción".
"Los símbolos -aseveran Blake y Haroldsen (1980)- son, entonces, las
unidades básicas de los sistemas de comunicaciones. Pueden ser verbales, como
en la palabra hablada; gráficos, como en la palabra escrita, o de
representación, tal como una bandera, una insignia, etc."
Según Watzlawick (1997), "toda información compartida supone una
convención semántica" en la que el significado constituye la preocupación
central y respecto de la cual "toda conducta, y no solo el habla, es
comunicación".
Este punto resulta central en la comunicación a través de los foros ya que la
participación en unos temas y no en otros, por ejemplo, está comunicando
tácitamente aspectos de la personalidad, los intereses y la motivación del
participante. Porque "actividad o inactividad, palabras o silencios,
tienen siempre valor de mensaje: influyen sobre los demás, quienes, a su vez,
no pueden dejar de responder".
Más aún, siguiendo al
mismo autor, tenemos que "el aspecto referencial de un mensaje transmite
información y, por ende, en la comunicación humana es sinónimo de contenido del
mensaje" y "por otro lado, el aspecto conativo se refiere a qué tipo
de mensaje debe entenderse que es y, por ende, en última instancia, a la
relación entre los comunicantes" (Watzlawick, 1997).
Entramos de este modo en el concepto de comunicación analógica, de lo no
verbal, ¿Cómo comunicar en un foro, más allá de las palabras, de los aspectos
referenciales del contenido, un estado de ánimo, una situación particular en la
que el individuo está inmerso al momento de interactuar?
La respuesta no es ni fácil ni definitiva. Los tonos, los silencios, los
gestos, están ausentes. Sin embargo los usos cotidianos de estas modernas
formas de comunicación han generados sustitutos. El más popular de ellos, el
emoticón, "Los emoticones -explica un sitio web especializado- nos
permiten plasmar nuestros estados de ánimo, emociones y sentimientos de una
manera muy ingeniosa y simpática, añadiendo gran expresividad a la comunicación
escrita".
Ya muy difundidos entre los usuarios más conspicuos de la comunicación on line,
"se forman combinando signos de puntuación, letras y números... y se
denominan de muchas maneras tales como emoticones, caritas, caretos o
"smiley".
Su denominación más generalizada, la de emoticón, deriva de los vocablos
ingleses "emotion" (emoción) e "icon" (ícono).
Algunas de las más comunes
expresiones son "sonriente", "triste, deprimido o
decepcionado", "serio, indiferente", "guiñando un
ojo", "sorprendido", "gritando", "se ofrece
apretón de manos" o "se acepta apretón de manos".
Volviendo al funcionamiento del grupo en los foros, debemos tener en cuenta que
"un grupo no escapa al fenómeno de la división del trabajo, sobre todo si
las situaciones a las cuales se enfrenta toman aspectos relativamente
complejos. Por lo tanto, los individuos tratan de especializarse, de acuerdo
con sus capacidades y motivaciones propias, y de acuerdo también con la
relación del grupo frente a sus intenciones (reales o tal como son
percibidas)" (Anzieu, 1971)
En este sentido se
advierte en los distintos foros la asunción de roles, en el sentido de
"modelo organizado de conductas, relativo a una determinada posición del
individuo en un conjunto interaccional" (Anzieu, 1971). Pueden
identificarse individuos sumisos que reclaman pautas de acción hasta para las
cosas más sencillas y se avienen al "maestro" con devoción. También
aquellos que naturalmente asumen una función socializadora e interactúan
presentándose, saludando e instando a otros a hacer lo propio. Algunos
"colaboran" con la coordinación o tutoría institucional traduciendo
las consignas de forma más sencilla o práctica para aquellos que, como dijimos,
reclaman con insistencia seguimiento y apoyo.
Podría decirse que, con
los aspectos particulares de una reunión de aprendizaje como la que
fundamentalmente nos ocupa, aparecen las categorías establecidas por Bales
(citado en Anzieu, 1971) que resumen su experiencia como observador de las
discusiones de grupo e identifican una gama de doce tipos de interacción o
intervención que van desde la solidaridad más comprometida y activa hasta el
antagonismo más recalcitrante, pasando por la distensión, el acuerdo, la
opinión, la solicitud de opinión, sugestión u orientación y el desacuerdo.
Estas actitudes vinculadas a la tarea responden a posiciones de los individuos
exclusivamente frente a ella, pues las mismas personas no actúan de igual modo
en otros grupos.
Al respecto Newcomb (1981) advierte que "ninguna posición dentro de un
grupo puede durar si sus ocupantes no están motivados a ocupar el rol asociado
a esa posición. No durará tampoco si los otros miembros del grupo no están
motivados a alentar (o, por lo menos, a tolerar) ese rol".
Por el contrario, el grupo tiende a aprovechar los roles que resultan útiles a
sus finalidades alentándolos y sosteniéndolos en su status porque "toda
posición que es reconocida por los miembros de un grupo contribuye de alguna
manera a los propósitos" del mismo.
También citados por Anzieu (1971), Benne y Sheats elaboraron una diferenciación
operacional de los roles que poseen los individuos en los grupos en relación
con las funciones que en él asumen. Distinguen: roles centrados en la tarea, en
relación con los mecanismos de progresión; roles de conservación de la
cohesión, en relación con los mecanismos de mantenimiento y roles relacionados
con la búsqueda de satisfacción de las necesidades individuales, que
constituyen otros tantos obstáculos para la progresión y el mantenimiento del
grupo.
Como puede apreciarse, la
incorporación de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación a
los sistemas de educación no presencial generan aspectos iteraccionales
novedosos y factibles de consideración y análisis.
Bibliografía y fuentes:
· Anzieu, Didier y Martin, Jacques-Yves (1971): La dinámica de los grupos
pequeños. Kapeluz. Buenos Aires.
· Blake, R. H. y Haroldsen, E. D. (1980): Taxonomía de conceptos de la
comunicación. Ateneo-Nuevomar. México D.F.
· Newcomb, Theodore M. (1961): Manual de psicología social, tomo I, EUDEBA.
Buenos Aires.
· Watzlawich, P.; Beavin Bavelar, J. y Jackson, D:D: (1997): Teoría de la
comunicación humana. Herder. Buenos Aires.
www.lalinea.com/emoticon.htm
www.learnthenet.com/spanish/glossary/emoticon.htm
www.edu.aytolacoruna.es/noticias/diccionario/d.htm
*Licenciado en Periodismo y Analista en Medios de Comunicación Social,
Universidad del Salvador.
Realizó cursos de Capacitación Docente, Instituto Universitario de la PFA; Bases
Conceptuales y Modelos Organizativos en Educación a Distancia, Universidad
Nacional de Mar del Plata; Internet aplicado a la búsqueda de información
científica con fines de estudio e investigación, USAL; Pensamiento lateral (E.
De Bono), Facultad de Psicopedagogía, USAL; Uso de los medios en el aula,
CEDIPROE y taller Los diarios on-line en la escuela, Instituto Programas Santa
Clara.
Participó en el I Congreso Internacional de Nuevas Tecnologías y Necesidades
Educativas Especiales, Consejería de Educación y Universidades región de
Murcia, España; las Jornadas de capacitación Reflexiones sobre los aportes de
Internet y otros medios a la educación, IPSC y Fundación Noble; el Primer
Congreso Virtual Integración sin Barreras en el Siglo XXI, Redespecialweb.org;
el Congreso Internacional Virtual de Educación (CIVE 2001 y 2002),
cibereduca.com.
Consultor en comunicación pedagógica para la EAD.
Columnista especializado en temas de EAD en diversos sitios web.
Profesor invitado en la Facultad de Ciencias de la Educación y de la
Comunicación Social de la USAL y en la Escuela Nacional de Bibliotecarios de la
Biblioteca Nacional de Argentina.
Miembro activo de la Red de Estudiosos de la Educación a Distancia en el ámbito
Iberoamericano (REEDI) de la Cátedra UNESCO de Educación a Distancia (CUED).
Autor del libro "Una introducción a la educación a distancia" editado
(marzo de 2003) por el Fondo de Cultura Económica de Argentina